Se discutía en el pleno del ayuntamiento de la capital la segunda subida de la tasa de cementerios en los años que lleva gobernando María del Mar Vázquez, del Partido Popular. La señora Sánchez, edil del Pp, subida de tono en su intervención, así me lo pareció, intentaba apabullar a los ediles de la oposición, los llamaba irresponsables y otras lindezas, ante los argumentos expresados por el edil Enríquez del Psoe, que el hombre lo único que intentaba decir es que cualquier historia económica del ayuntamiento siempre cae sobre los pobres ciudadanos. Y tenía razón don Raúl, aquí pagan siempre los mismos. Con esta nueva subida ¿no se estarán beneficiando a los seguros de decesos? O caemos en sus manos, o ya veremos quien nos entierra, con el precio al que está llegando el servicio funerario.
Es la diferencia de los políticos cuando se está en el gobierno o se vive en la oposición. El socialista de Madrid nos machaca con impuestos, multas y otras lindezas, y qué bien nos lo vende la señora Montero: hacienda somos todos ¡y un mojón! candidata dentro de unos meses a la Junta, hoy de Moreno Bonilla, que por cierto se lucía el pasado viernes en tierras catalanas con sus declaraciones a una cabecera histórica que ha venido jugando, como es costumbre catalana, con todos los poderes políticos que se han dado en nuestro país, democráticos o no, a lo largo de su historia, y a las que tendremos que acercarnos un día de estos.
Volvamos al pleno que en ello estábamos. El edil de la misma formación política que doña Marichús, ¿de verdad la van a poner de candidata a la Junta de Sevilla-Málaga? se quejaba de las subidas de las tasas del Pp en los cementerios de Almería capital. En el gobierno se usan unos argumentos, en la oposición los contrarios. Y luego quieren que nos los creamos.
Fue en su segunda oportunidad en el debate, cuando la voz del Psoe le dijo a la señora Sánchez que se la han colado. No me quedó muy claro a través de la Tv, si dijo se lo han o se la han, así como tampoco llegué a entender quién se la había colado. Imagino que la empresa que gestiona el cementerio, pero en las historias que nos venden los políticos hay que estar muy pendiente de los renglones torcidos en los que nos presentan sus argumentos. No son Dios, pero hablan y escriben torcidos los caballeros y las señoras.
Hasta aquí aguanté el pleno, luego me enteré que quedaban algunos debates interesantes, pero no me estaba siendo atrayente, más bien bastante aburrido lo estaba viviendo.
Lo que me sorprendió es que durante ese punto en el que se hablaba de muertos y vivos no se oyera la voz de Vox. Deben pensar que ellos no se van a morir nunca, o que ya tienen contratado el seguro con Santa Lucía.