El sector agrícola de la provincia de Almería cuenta con nuevas herramientas oficiales para combatir las amenazas fitosanitarias que afectan al pimiento, su cultivo de referencia. El Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (Ifapa) ha culminado la coordinación de dos protocolos unificados de control biológico, uno diseñado específicamente para la fase de cultivo y otro para la etapa de semillero. Estos documentos, elaborados en consenso con las empresas del sector, detallan de manera precisa las estrategias y herramientas que deben aplicarse para frenar la incidencia de plagas como la araña roja y, especialmente, el Thrips parvispinus, cuya presencia ha generado una gran preocupación en el campo almeriense.
La estrategia diseñada para el cultivo en invernadero se fundamenta en un programa de carácter preventivo. El objetivo principal es lograr la instalación de los enemigos naturales de las plagas antes de que estas hagan acto de presencia en la explotación. Para ello, el protocolo establece una introducción progresiva y secuencial de los depredadores, utilizando dosis bajas y aportando alimento suplementario para garantizar que las poblaciones de insectos útiles se mantengan estables y operativas según el estado de desarrollo de la planta. Este manual de actuación ya se encuentra disponible para su consulta a través de la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de la Comunidad Autónoma.
Por el contrario, el protocolo destinado a la fase de semillero presenta un enfoque sustancialmente distinto debido a las características propias de estas instalaciones. En este entorno, el control biológico adquiere un carácter eminentemente curativo. Las liberaciones de organismos se realizan en dosis más elevadas y se localizan de forma directa en los focos detectados con el fin de erradicar la plaga de forma inmediata. La detección temprana y el seguimiento sistemático son piezas clave en este eslabón de la cadena, ya que evitar la dispersión de los trips desde el inicio es fundamental para garantizar que la planta llegue sana al invernadero. La aplicación de estas medidas queda bajo el criterio técnico de los responsables de cada semillero, quienes deben adaptar las acciones al historial de plagas de su instalación, el tipo de riego o las condiciones ambientales.
Estos trabajos son el resultado de la Mesa Técnica de Expertos en Sanidad Vegetal, un órgano impulsado por la Consejería de Agricultura desde su delegación territorial en Almería. Este espacio de trabajo reúne a más de una treintena de especialistas, incluyendo representantes de organizaciones agrarias como COAG, Asaja y UPA, así como expertos de Coexphal, Ecohal, cooperativas, ingenieros y empresas de control biológico. La iniciativa se integra dentro del I Plan Estratégico para las Frutas y Hortalizas de invernadero en Andalucía y se suma a otras medidas ya publicadas, como el protocolo para la gestión del arranque de restos vegetales, esencial para romper el ciclo biológico de las plagas entre campañas.
La labor de coordinación desempeñada por el Ifapa se enmarca en el proyecto de investigación sobre plagas emergentes y reemergentes en horticultura protegida, el cual cuenta con cofinanciación de fondos europeos Feder. Con la implementación de estos protocolos unificados, el Estado español refuerza la seguridad fitosanitaria de su principal zona productora, ofreciendo a los agricultores de Almería información actualizada y soluciones técnicas basadas en el conocimiento científico para mejorar el manejo sostenible de sus cultivos frente a los nuevos desafíos sanitarios.