Susana paga tarde, mal o nunca paga

En una sociedad civil ordenada, el pago de las deudas contraídas está protegido por la ley y existen mecanismos que permiten a los particulares recibir lo que, en justicia, es suyo y les pertenece. Sin embargo, cuando las deudas son entre la Junta de Andalucía y los ayuntamientos, los trámites para el cobro parecen dilatarse y las complicaciones para recibir lo estipulado por las leyes son extraordinarias. Y lo que no podemos olvidar es que del cobro de esas deudas depende, en muchos casos, el mantenimiento de servicios esenciales para los municipios. Es decir, para los andaluces. Desde el Partido Popular queremos decir que los contribuyentes andaluces, a los que se les exige el pago de sus contribuciones con minuciosa puntualidad, no tienen que sufrir directamente las consecuencias de la calamitosa gestión del bipartito (PSOE-IU) en la arruinada Junta de Andalucía, que se caracteriza por pagar tarde, mal o nunca. En nombre de todos los andaluces, queremos exigir a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, que cumpla de una vez lo previsto en el Plan de Cooperación Municipal, que es el que recoge la totalidad de las transferencias a las corporaciones locales. Su presupuesto para este ejercicio 2013 era de 938 millones de euros, de los cuales 480 corresponden a la Participación en los Tributos de la Comunidad Autónoma, -que según la ley debería haber ascendido a 540 millones en 2013 y 600 millones en 2014-; y 458 millones son una partida de financiación condicionada. Pues bien, con fecha 1 de noviembre aún quedaban por pagar el 25% de la Participación prevista, y más del 61% de la financiación condicionada -322,7 millones de euros, a los que hay que sumar 60,1 millones pendientes de 2012-. En total, casi 500 millones de incumplimiento presupuestario casi a finales de año. Y eso es sencillamente inasumible por parte de los ayuntamientos. De hecho, a pesar de sus grandes promesas y sus hermosas palabras, doña Susana Díaz ha convertido a la Junta de Andalucía en la administración más antimunicipalista de la historia de Andalucía y en la más morosa con las corporaciones locales, porque no se preocupa de ejecutar el presupuesto que destina a los ayuntamientos y los aboca a la quiebra. Afortunadamente para los ayuntamientos, hay administraciones más serias y que trabajan más responsablemente, como el gobierno de Mariano Rajoy, que es el que está salvando de la asfixia financiera a los consistorios gracias al mecanismo del pago a proveedores. Esa es la diferencia. Otra más.