Opinión

Recuperar la Plaza Vieja para Almería

Jose Fernández | Miércoles 23 de abril de 2014
En Sevilla se ponen al borde del soponcio cuando leen o les cuentan que en Almería hay mucha gente que va diciendo ya sin tapujos que la Junta de Andalucía ha acabado convirtiéndose en el principal factor limitante del crecimiento para nuestra capital y provincia. Y como siguen instalados en el pensamiento lisérgico de que dos o tres titulares cariñosos bastarán para sanar la herida, de cuando en cuando mandan a un consejero o a la misma presidenta para vender humo perfumado y lanzar al aire proclamas tipo “llevo Almería en mi corazón” o milongas por el estilo. Pero ya no cuela. Son muchos años con el mismo estribillo. Ya no basta con anunciar “manos tendidas”, mostrar “firmes compromisos” o anunciar que se tiene la voluntad de hacer algo. Menos cháchara y más dinero sobre la mesa, a ver si nos vamos entendiendo. Pero lo peor es que parece que a ellas y ellos les da igual asumir el incómodo papel de ser la permanente piedra en el zapato almeriense. La reciente negativa de la Junta de Andalucía a ceder el proyecto de remodelación del ruinoso edificio del Ayuntamiento de Almería para que éste, en solitario, afronte la inaplazable recuperación de la Casa Consistorial de la capital, es la más reciente. La Junta de Andalucía sigue enfrascada en una deliberada estrategia de dilación de los procesos para marear la perdiz y distraer la espera con hermosas proclamas. Pero la falta de dinero (tiesa como la mojama, la Junta prefiere gastar nuestros impuestos en sostener a los sindicatos amigos y a una administración paralela en la que vivaquean familiares y compañeros de partido) ya no es excusa. El Ayuntamiento ya ni pide ni espera dinero de la Junta para arreglar la cochambre de la Plaza Vieja: sólo pide la luz verde de la Consejería. Si ni tan siquiera quieren dar eso, a ver quién tiene luego el cuajo de pronunciar la palabra “confrontación” ante un panel verde.