Luis Rogelio Rodríguez | Miércoles 23 de abril de 2014
Hace unos cuantos meses me atreví a decir en público algo que parecía evidente pero que, por lo visto, algunos no querían leer o escuchar: que las dificultades económicas derivadas de la crisis iban a hacer inviable la realización de soterramientos en todos lados y que no habría soterramiento en ningún lado. Ni en Almería, ni en Vladivostock. Y dijeron que era un derrotista y muchas cosas más. Abundando en el tema, hace un par de semanas se llegó a publicar que la presión vecinal había dado luz verde al soterramiento en Murcia. Y ello volvió a servir de excusa para repetir el discurso del derrotismo almeriense y la falta de brío de una sociedad almeriense en cierta medida “culpable” de no tener soterramiento por falta de una movilización colectiva. Las recientes manifestaciones del Gobierno central anunciando la paralización de todos, de todos, los proyectos de soterramiento a causa del elevado coste de este tipo de actuaciones demuestran que no estaba excesivamente equivocado cuando dije lo que dije. Ello no quiere decir que me alegre de ello o que no considere que tendríamos que haber tenido soterramiento, como tantas cosas, hace ya mucho tiempo. Pero no creo que volver al pasado de modo doliente ayude a construir un mejor futuro. Habrá que pensar, por tanto, en la relación del transporte ferroviario en nuestra ciudad de un modo realista. ¿Y qué es lo que estamos haciendo en Almería? Pues lo que este equipo de gobierno lleva haciendo desde hace ya tiempo: adelantando trabajo y permitiendo avanzar desde una razonable lógica y una propuesta sensata, realista y asumible, que permita seguir avanzando. De hecho, este mes de marzo comenzarán las obras para el levantamiento de vías del tren, en el tramo comprendido entre la Estación de Renfe y la rotonda del Cable Inglés. A ello, se suman otros dos asuntos de gran importancia: la encomienda de gestión que permita la puesta en valor de los suelos de El Toblerone, porque sin esas plusvalías será imposible la financiación del proyecto. El otro asunto decisorio será la licitación del soterramiento de las vías desde el este de la ciudad, incluyendo la eliminación del paso a nivel de El Puche. Puede que a muchos esto les parezca poco. A mí me parece mucho. Por lo pronto es mucho más de lo que se verá en Murcia, o incluso en Vladivostock.
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