Opinión

No venga a Almería a reírse de nosotros, presidenta

Javier A. García | Miércoles 23 de abril de 2014
Si el diccionario de la Real Academia de la Lengua define la voz “engaño” como “Falta de verdad en lo que se dice, hace, cree, piensa o discurre”, resulta difícil no concluir que la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, vino el otro día a Almería a reírse de todos los almerienses. Y es que ya me dirán si no hay falta de verdad en lo que doña Susana dijo, hizo, creyó, pensó o discurrió para tener el cuajo de decirle a los vecinos de los pueblos de la comarca del Almanzora que ella iba a “pedir agilidad” a su propio gobierno para acabar la carretera que la misma Junta de Andalucía lleva sin terminar desde hace más de veinte años. En nombre de todos los vecinos que llevan décadas esperando la conclusión de las obras; en nombre de los empresarios de la comarca que se ven en dificultades o pérdidas por la falta de buenas comunicaciones y también en nombre de los empresarios que un día confiaron en la Junta y que todavía esperan cobrar sus trabajos, quiero pedir desde aquí a la presidenta de la Junta que no venga a Almería a intentar tomarnos el pelo. Para eso que no venga. Y es que no tiene ningún sentido anunciar que se va a pedir celeridad o urgencia a quien, orgánicamente, depende de tus órdenes e indicaciones para ponerse a actuar. ¿Qué quiere decir exactamente eso de que una presidenta tenga que meter prisa a su gobierno para hacer las cosas? ¿Quiere decir que antes no se lo ha pedido? Eso podría explicar entonces las dos décadas de retraso de este proyecto. Pero no creo que eso sea así. Se trata una vez más de la contrastada tendencia de doña Susana a no tener una mala palabra ni una buena acción. Hacer como que se hacen las cosas, decir a la gente justo lo que espera escuchar, sonreír para la foto, ponerse muy seria para las declaraciones a Canal Sur y absolutamente nada más. Nada más. Obtenido el titular se cierra la página de las “actuaciones” y allá que podrán seguir los vecinos esperando meses y meses a que la Junta cumpla lo que promete. Pero esta es la presidenta que tenemos y esta es la Junta que padecemos. El legado del PSOE después de más de tres décadas de gobierno es un paro estancado en el 40% y el mayor caso de corrupción de la historia. Andalucía no se puede permitir perder el tren de la recuperación por más tiempo, porque la esperanza y el empleo no se construyen con titulares cariñosos y con bonitas fotos, como hacen PSOE e IU en la Junta de Andalucía, sino con la seriedad, las reformas, determinación, trabajo, esfuerzo e ilusión del Partido Popular.


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