Pero recuerda que además del Ayuntamiento de Almería hay otros que tuvieron protagonismo, y otras instituciones, como Diputación o Universidad que también comparten responsabilidad en la Fundación, y nueve años después no tiene actividad
Ha vuelto a pasar absolutamente desapercibido un nuevo aniversario -y van nueve- de la celebración de los Juegos del Mediterráneo 2005 en Almería. Sólo quien fuera presidente del Comité Organizador (COJMA), Juan Megino, parece recordarlo, a pesar del orgullo que supuso aquello entre todos los almerienses.
Megino lamenta que “nadie” haya intentado ni siquiera “recordarlo año a año”, tampoco “hacer algo que recordara a los almerienses lo que supusieron los Juegos para España, no en vano se producían cincuenta años más tarde que los que se celebraron en Barcelona.Un acontecimiento de ese tipo tampoco tenía antecedentes de ser conseguido por una ciudad tan pequeña como la nuestra”.
De hecho, cuando se le pregunta de qué se siente más orgulloso en relación a los JJMM no duda en afirmar que de la propia consecución de los mismos, del logro que eso supuso. Destaca en ese sentido que debía ponerse en valor que fueron “los mejores Juegos” realizados hasta el momento, y que los siguientes tampoco han estado a la altura, y que los que se llevarán a cabo en Tarragona en 2017, tampoco llegaran al nivel almeriense, poniendo como justificación la actual situación económica y especialmente la postura “encontrada” entre las diversas instituciones catalanas sobre su celebración.
Megino destaca que este evento permitió colocar a Almería “en el mundo mediterráneo”, y además dejó en la capital y en la provincia “por que fuimos generosos” muchas infraestructuras deportivas, y recuerda el caso de Gádor, Vícar, Cuevas, Roqueteas, El Ejido... pero añade que “tampoco” en estos municipios se ha hecho nada por recordar el 2005 en un acto concreto.
No sólo fueron infraestructuras deportivas, también el desarrollo urbanístico de El Toyo, el actual centro de Exposiciones y Congresos, el edificio donde está Interalmeria TV, entre otras más.
Este olvido tiene especial significado por cuanto al término de los mismos quedó patente que había sido ejemplo de colaboración entre instituciones, y además -y tal vez más relevante- un revulsivo para los almerienses, que demostraron que juntos podían lograr grandes cosas. Nada de esos “valores intangibles” como los llama Megino son dignos de recuerdo en la actualidad, y hace referencia a la “capacidad organizadora”, pero también a ese espíritu deportivo de “acercar a los pueblos”, y tampoco ahí se ha hecho nada.
Los Juegos que se desarrollaron en Almería tuvieron un recorrido políticamente complicado, porque la candidatura y la elección de sede se produjo con Megino como alcalde del PP, pero luego ganó el PSOE que goberno con IU y le tocó gestionar parte del trabajo. Cuando se aproximaban las elecciones municipales y el PP designa a Luis Rogelio Rodríguez como candidato a la Alcaldía, Megino y un grupo de concejales abandonan esta formación y fundan GIAL, que logró cinco ediles impresindibles para que el PP lograra su objetivo. Así, una de las exigencias de Megino para dar su respaldo al PP era volver a ser presidente el COJMA. El PP aceptó, pero hay que decir que el PSOE también estaba dispuestos a ello.
Por eso la pregunta de si el “olvido” puede estar inducido por el hecho de que el actual alcalde no presidió el COJMA, no es baladí. La respuesta comienza con un “no lo descartaría absolutamente”, para añadir que eso sería “minimizar el acontecimiento porque los almerienses son muchos más que una sola institución”. Pero posiblemente si el PSOE impulsara un recuerdo sobre aquel evento deportivo, y darle realce con él a la colaboración de la Junta de Andalucía, en cualquier caso Megino debería ocupar un lugar como expresidente organizador; eso quizá también evite el reconocimiento de aquel hecho histórico.
Concluye en ese sentido que el olvido se debe más “a la propia desidia del almeriense, y es sorprendente porque acontecimientos de una dimensión que trascendía nuestras fronteras no se había producido nunca”. Recuerda como algo “paradójico” que hubo una “participación masiva” a pesar de que muchos almerienses dudaban que se llegara a tiempo o de que las ceremonias fueran del nivel acorde con el acontecimiento, por eso le produce especial satisfacción “trasladar a la ciudadanía esa sensación y que ésta los hicieran suyos”.
De los Juegos quedaron físicamente dos cosas, una es el Estadio, que Megino defiende que siga siéndolo frente a quienes quieren dejarlo reducido a campo de fútbol, porque entiende que eso es parte de la memoria de aquel acontecimiento, porque sin Juegos no hubiera habido estadio, y sin estadio no hubiera habido campo de fútbol. Pero la otra es la Fundación que componen el Ayuntamiento, la Diputación y la Universidad cuya existencia está en el limbo “desgraciadamente, no sé si por avatares políticos, o por esa apatía de los almerienses”..
Megino dice que “no tiene actividad” y que “nadie sabe qué pasa con ella”, y que además el objetivo de esa fundación era “dar vida al Museo ubicado en la Universidad “desconocido por los almerienses”, y en el que se recoge toda la historia no ya de la celebración en Almería, si no de la historia de los JJMM en general.