Podría decir que la actuación que el Ayuntamiento llevó a cabo hace unos días derribando parte del muro que rodea –y rodeará hasta el final de los trabajos- las viejas vías de la estación de Renfe que dividían Almería, forma parte de un proyecto que se ha realizado atendiendo a un criterio perdurable a la vez que economicista y que tiene por objetivo abrir este espacio a la ciudad, ganar en permeabilidad uniendo barrios en una zona estratégica y crear un parque sobre esta zona. O lo que es lo mismo: menos muros y más Almería. Así de sencillo. Bastó romper esa pared y pasar al interior del inmenso espacio ya liberado de las vías de tren para comprender lo mucho que cambiará Almería cuando ese lugar esté dedicado al paseo, al ocio, al encuentro y a la vida cotidiana de los almerienses. Con ese derribo simbólico el Ayuntamiento comenzaba a dar forma al sueño de varias generaciones de almerienses que nunca pudieron caminar desde el centro de la ciudad a la playa sin tener que rodear o saltar la otra playa, la de las vías del tren. Cumpliendo con los compromisos adquiridos, respondiendo a una demanda de los almerienses y conforme a los plazos previstos, el Ayuntamiento inició el pasado día 30 de junio los trabajos para la ejecución del proyecto de urbanización del Parque de la Estación sobre los terrenos que se extienden entre la antigua estación de ferrocarril y la rotonda del Cable Ingles. Con la ejecución de esta obra, cuya duración se estima entre seis y nueve meses, el Ayuntamiento transformará alrededor de 20.000 metros cuadrados de suelo, hoy sin uso ferroviario, en espacio libre y zona verde creando un amplio y nuevo parque para la ciudad, todo ello conforme al proyecto que fue aprobado en septiembre del año pasado. Estamos ante una obra que continúa otras de gran calado que se han realizado en este entorno, como la creación del Parque de las Almadrabillas, la demolición que en su día se hizo del edificio Trino, la Rambla o la reciente rotonda del Cable del Mineral. Del mismo modo, este futuro Parque de la Estación se añade al capítulo de proyectos que han generado o mejorado espacios verdes y de convivencia en el tejido urbano de la capital como el Parque de Villablanca, los cambios en el Parque Nicolás Salmerón, el acondicionamiento progresivo del descuidado Parque del Andarax que nos entregó la Junta o lo que en un futuro muy próximo será el Parque de las Familias en el antiguo Recinto Ferial. Junto al Paseo Marítimo y la Rambla, el derribo de este muro y este nuevo parque suponen la mayor transformación de la capital de los últimos años.