Opinión

Castigo, engaño y traición

José Luis Sánchez Teruel | Lunes 06 de octubre de 2014

Cuando se elaboran unos presupuestos públicos, sea cual sea la administración que los hace, se expresa en ellos la voluntad del gobernante sobre cómo y en qué se va a gastar el dinero de todos, el dinero público, y ahí se ve si va a hacer un justo reparto entre todos los territorios y todas las personas o si va a arrimar el ascua a su sardina de manera más o menos descarada.

Una muestra de eso, de cómo se arrima el ascua más a una sardina que a otra, la encontramos en la ciudad de Almería, donde se da casi todo el dinero público a empresas privadas para que lo manejen y se beneficien de ese manejo, donde se recoge la basura o se limpia más en unos barrios que en otros; donde se hacen obras en unos barrios sí y en otros no. En la Diputación Provincial ocurre tres cuartos de lo mismo pero hoy quiero centrarme en los Presupuestos del Estado para 2015.

En esas cifras que se han dado a conocer tenemos un termómetro que indica si el Gobierno reparte de manera justa o no. En Almería, estamos viendo cómo lo que gasta el Estado se ha ido reduciendo drásticamente desde que gobierna Rajoy mientras lo incrementa para su tierra, Galicia; y lo que es aún peor, tampoco ejecuta ni la mitad de lo dice que se va a gastar, con lo cual comete una doble injusticia: no dar a Almería lo que sí da a otras y no gastar ni la mitad de lo dice que van a gastar.

En esas mismas cuentas se reconoce que 150 millones de euros presupuestados durante este año para Almería no se han gastado y, por lo tanto, los han perdido los almerienses. ¿Se imaginan ustedes que pasaría, si cualquiera de ustedes les hiciera perder a su empresa 150 millones de euros en un año? Pues bien, los dirigentes del PP en Almería, ante esto, dicen que están “muy, muy contentos”. Yo no ¿y usted?
Además, cuando en 2013 el Partido Popular presentó los presupuestos para el presente año, anunció a bombo y platillo que generarían 8.000 empleos. La realidad es que el paro ha aumentado en 11.000 personas con el gobierno de la derecha.

Les daré otro dato preocupante: el paro en Almería desde que llegó Rajoy a la Moncloa ha aumentado en 14.000 personas en el sector servicios y la explicación de porqué sucede esto es muy sencilla: cómo va a bajar el paro en este sector sin comunicaciones que faciliten al turista venir a Almería. ¿Va a bajar con vuelos caros o escasos? Almería no puede esperar 10 años más para tener trenes que otros tienen ya desde hace años o que otros van a tener el año que viene o el siguiente. Si somos iguales somos iguales: 450 para el AVE a Galicia y 450 para el AVE Almería-Murcia y no cómo ha ocurrido: 800 para el de Galicia y 100 para el de Almería.

Y además de eso, ¿qué más pueden hacer para ayudar a bajar el paro en Almería? Lo tienen muy fácil, copiar los planes que Susana Díaz ha puesto en marcha para dar empleo a jóvenes, a mayores de 30 años; a los que se han tenido que ir al extranjero, a los que están en riesgo de exclusión social, a los del campo o a los de la construcción. Pero no lo hacen.

Los presupuestos, denominados de la ‘recuperación’ por Rajoy, también son los que recortan el dinero para prestaciones a los parados, en Almería 3 millones y medio al mes de media. Cuando más paro hay en Almería menos dinero hay para los parados. Esos presupuestos mantienen, así mismo, el recorte sobre la dependencia, que para Andalucía supone más de 300 millones menos al año que nos niega Rajoy y que el Gobierno andaluz que preside Susana Díaz tiene que poner del dinero de todos los andaluces para mantener ese derecho. De hecho, en Almería podríamos tener más de 30 millones de euros disponibles al año si Rajoy cumpliera con su parte.

La reflexión de todo lo que está ocurriendo no puede ser más demoledora: el Gobierno de Rajoy está arrimando el ascua a su sardina con la complicidad de los dirigentes provinciales del PP, que han consumado la traición, el castigo y el engaño a Almería. De nada les ha servido su amistad con Javier Arenas, de nada sirve a los almerienses que los alcaldes de Almería, Gádor o Cuevas del Almanzora estén en las Cortes; de nada sirve regalarle un acta de diputado a un señor de Guadalajara, de nada sirven los viajes a Madrid de todos ellos, salvo para que estén, como dicen, “muy, muy contentos” ¿y usted?

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