Jorge Lirola | Martes 25 de noviembre de 2014
Día sí y día también aparece un nuevo caso de corrupción, pero curiosamente apenas nada en las universidades. ¿Es que no hay corrupción en éstas? Por lo que yo he podido comprobar y también denunciar, la hay y en abundancia, pero el problema es la impunidad con la que campa. Y en ello tienen mucho que ver los jueces, que, por lo que he podido también constatar, prefieren mirar para otro lado.
Antonio Luis García Valverde optó por sentenciar que yo no estaba legitimado para no tener que entrar en el fondo de una plaza amañada, reconociéndolo la persona que se presentaba, que había establecido el perfil (las preguntas de las oposiciones), y había propuesto a las personas que habían de corregirlas, los miembros del tribunal.
He sufrido y sigo sufriendo una fuerte represalia por parte del Rector Pedro Molina por denunciarlo. Conseguí parar la mayor de ellas, la sanción de 4 años y 3 meses de suspensión de empleo y sueldo, si bien pretendo que sea él y el exvicerrector José Luis Martínez Vidal quienes paguen de su propio bolsillo la indemnización por daños y perjuicios que entiendo que me causaron directamente, razón por la que me querellé contra ellos. La jueza Alejandra Dodero Martínez quiere archivar las querellas al decir que no hubo falsedad documental por parte de Martínez Vidal cuento éste certificó que no había daños a terceros y que la sanción no afectaba al proyecto de investigación “Biblioteca de al-Andalus” que yo dirigía y ello pese a lo que decían todos los investigadores que intervenían y a que hubo de retrasarse un año. La misma jueza tampoco ve delito penal en el Rector Pedro Molina al convocar una cátedra, por lo que ha decretado su archivo. Tendrán que pronunciarse los magistrados de la Audiencia Provincial, si bien será dentro de un año y cuatro después de que sucedieron los hechos (¿prescribirán en el caso de que sí haya delito?).
Desconozco qué decidirá el Juzgado de Instrucción Número 3 ante el que he presentado denuncias de un elevado número de plazas que afirmo que están amañadas a través del perfil concreto que se establece y el tribunal que se propone e incluso antes de ser convocadas públicamente doy los nombres de quienes las obtendrán y no es porque sea adivino. No me cansaré de denunciar una y otra vez.
Por otra parte, el juez Luis Durbán decidió procesarme por calumnias a un juez, Antonio Luis García Valverde, prejuzgando que mis denuncias son falsas sin entrar en el fondo, lo cual tendrán que hacerlo otros jueces y sin querer esperar las sentencias. El juicio será el próximo 17 de diciembre. Yo solo puedo alegar indefensión y denunciar la actitud de estos jueces, contra los que he presentado una denuncia ante el Consejo General del Poder Judicial. Algún día tendrá que acabar la impunidad de la que goza la corrupción universitaria y solo podrá ser porque la denunciemos una y otra vez y algún juez decida empezar a ponerle coto.
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