Más que un problema, un cuarto pequeño es una oportunidad de poner a prueba nuestra imaginación
Una de las principales preocupaciones cuando tenemos habitaciones pequeñas es cómo decorarlas de tal manera que sean funcionales, a la vez que no tengan un aspecto recargado. En realidad, tener una habitación pequeña no es un problema, sino una oportunidad para sacarle el máximo provecho. Con los elementos adecuados y un poco de imaginación, podrás convertir cualquier habitación en un espacio en el que podrás tener incluso un rincón donde trabajar o pasar tus momentos de descanso.
La cama, el punto de partida
Como en cualquier habitación, la cama tiene un papel protagonista a la hora de poder aprovechar el espacio y decorar. Por eso es importante que elijas tanto el tamaño como el colchón que vas a poner.
Hoy, gracias a Internet, es muy fácil encontrar colchones baratos para cualquier tipo de cama. Eso sí, no te decantes por una cama grande si el cuarto es de tamaño reducido. No tiene sentido colocar una cama king size en una habitación de 4 metros cuadrados.
Si eliges bien, puedes convertir la cama en un elemento decorativo más. Incluso tener un sitio donde sentarte y recibir a las visitas si tu habitación es el lugar en el que haces la vida. Aprovecha las grandes ofertas en colchones baratos y combínalos con unos cojines. Tendrás un sillón de día que se convierte en cama por la noche.
¿Cuadros? Mejor vinilos
Si no quieres tener las paredes desnudas, pero es evidente que los marcos de los cuadros no son la mejor idea, no renuncies a decorarlas. Puedes usar vinilos decorativos, que se adhieren a la pared y no sobresalen de esta.
Además, son muy prácticos porque te permiten incluso tener una pizarra en la que apuntar tus citas, crear notas y trabajar como si tuvieses un tablón de oficina. Puedes convertir una pared en un mural, un espacio de trabajo o lo que quieras dependiendo de dónde esté. Sin perder un solo centímetro de espacio en la habitación.
La calidez de una alfombra
Que tengas una habitación pequeña no quiere decir que no puedas tener un sitio cálido en el que estar. Las alfombras de diseño le aportarán ese toque confortable y único que solo ellas pueden ofrecer. Además, son la mejor alternativa a la moqueta, porque puedes tener una alfombra que cubra todo el suelo y levantarlas cuando lo necesites, sin esfuerzo.
Busca la luz
Uno de los errores más comunes al decorar habitaciones pequeñas es usar colores muy intensos o demasiado oscuros, que dan la sensación de que es aún más pequeña de lo que realmente es. Para evitarlo, apuesta por tonos claros y luminosos, preferiblemente el blanco, con algún detalle de color pero sin abusar. Así, aunque no haya demasiada luz natural, crearás la sensación de que el espacio es más amplio.
En cuanto a la luz artificial, en lugar de un punto de luz en el centro de la habitación, utiliza luz indirecta, como lámparas y reguladores de intensidad LED que te permitan controlar en cada momento cuánta luz tienes. Dependiendo de la situación, puede que solo te haga falta una luz tenue para relajarte.
Mobiliario funcional y minimalista
Es evidente que un cuarto de dimensiones reducidas pide a gritos un poco de minimalismo. Por eso, apuesta por muebles que cumplan su función y no ocupen demasiado espacio. Tableros de pared que sirven de mesa y se recogen cuando no hacen falta, taburetes apilables o que sirven como mesita de noche y cajoneras que se ocultan bajo la cama y no requieran sitio extra te ayudarán a tenerlo todo recogido y decorado con buen gusto.
¿Qué otras ideas se te ocurren para habitaciones pequeñas?