Empezar una nueva etapa laboral en otro país de la UE puede ser muy motivador, pero la parte administrativa suele generar dudas. Entre números fiscales, registros y normativas de seguridad social, es fácil perderse. La buena noticia es que, para los ciudadanos españoles, trabajar en la Unión Europea sigue siendo un proceso sencillo… siempre que tengas claros los documentos esenciales.
Para trabajar fuera de España o en cualquier otro país de la UE, basta con disponer de un DNI o un pasaporte válidos. Aunque ambos sirven, el pasaporte suele facilitar ciertos trámites administrativos, como la apertura de cuentas bancarias o el registro municipal.
El NIF es necesario para firmar contratos desde España, gestionar documentos previos y, en algunos casos, para trámites administrativos antes de obtener el número fiscal del país de destino.
Cada país tiene su propio número fiscal:
Sin este número, no se puede recibir salario ni cotizar a la seguridad social. Es el primer trámite que debes completar al llegar.
Muchos países exigen registrarse en el ayuntamiento o municipio donde vives:
Para conocer el proceso específico de cada país, puedes consultar Tu Europa – Mudarse dentro de la UE, el portal oficial para ciudadanos europeos.
Como trabajador en la UE, cotizarás en el país donde trabajes. En algunos casos, el empleador gestiona el alta automáticamente; en otros, tendrás que solicitarla por tu cuenta. Este paso es esencial para tener cobertura médica local y derechos laborales.
Útil para los primeros días antes de obtener la cobertura sanitaria del país. Permite recibir atención médica temporal en igualdad de condiciones que los residentes.
El formulario U1 certifica tus cotizaciones previas en España y Europa. Es importante para:
Solo aplica si tu empresa española te envía temporalmente a otro país de la UE. Confirma que sigues cotizando en España y evita la doble cotización.
Debe incluir:
No aceptes ofertas que no entreguen un contrato escrito.
Algunas profesiones reguladas requieren homologación o registro:
En la mayoría de empleos no regulados (logística, producción, hostelería), solo tendrás que presentar los certificados básicos o el CV.
Muchos empleadores solicitan una cuenta bancaria local para el pago del salario. Para abrirla, normalmente necesitarás:
Cada país tiene su propio sistema tributario. Debes:
Algunos empleadores, sobre todo en logística, cuidado de personas o trabajos con alojamiento, pueden solicitarlo.
Puede ser un contrato de alquiler, carta municipal o declaración del proveedor de alojamiento.
Útiles para distintos trámites rápidos en el país de destino.
La burocracia no es la parte más emocionante de trabajar en el extranjero, pero tener la documentación en orden hace que la llegada sea mucho más fácil. Una vez que tengas tu número fiscal, tu registro local y tu alta en la seguridad social, podrás centrarte en lo que de verdad importa: instalarte, conocer tu nuevo entorno y aprovechar las oportunidades que ofrece vivir y trabajar en otro país. Con los pasos administrativos resueltos, la transición resulta mucho más ágil y la experiencia, mucho más positiva.