Éxito sin precedentes para la ópera con sello Almería

El Auditorio Maestro Padilla de Almería fue testigo anoche de un hito en la vida cultural de la provincia con la representación de la ópera ‘La Traviata’ de Giuseppe Verdi. La velada, que se extendió más allá de las 23:30 horas, congregó a un público que llenó el espacio escénico y que, a la salida, evidenció la satisfacción por el trabajo realizado en esta producción de gran envergadura. Se trata de una ópera ‘made in Almería’ que ha sido posible gracias al impulso de la Fundación Indaliana Clasijazz, con el apoyo y patrocinio del Área de Cultura del Ayuntamiento de Almería y Cajamar.

La obra, que narra la trágica historia de amor entre la cortesana Violetta Valéry y el joven Alfredo Germont, amenazada por las convenciones sociales, se convirtió en un acontecimiento artístico que destaca tanto por su identidad local como por su proyección a nivel del Estado español. La puesta en escena no fue una simple importación, sino una creación gestada desde la propia estructura cultural almeriense, involucrando a más de 200 personas en la producción, planificación, equipo técnico, coro, orquesta, solistas y concepto escénico. Este proyecto, que se ha desarrollado a lo largo de un año, demuestra la madurez del panorama musical de la ciudad, abriendo las puertas de Almería dentro del circuito operístico.

Desde el punto de vista artístico y escénico, la representación mantuvo una línea moderna en lo estético, a la vez que respetó los cánones líricos. El equipo artístico se rodeó de prestigio internacional, siendo la dirección musical de Lara Diloy, bautizada como ‘la batuta de los nuevos tiempos’, uno de los pilares. Su lectura de la partitura verdiana se destacó por la claridad de los planos sonoros, el control del tempo dramático y una delicada arquitectura dinámica que facilitó la labor de los cantantes. Estuvo acompañada por la orquesta FIMA, integrada por músicos almerienses, que interpretó con solidez y precisión, creando tanto la atmósfera íntima de ciertas escenas como la majestuosidad de los tempos corales.

El reparto protagonista lo lideró la soprano franco-estadounidense Sandra Hamaoui en el papel de Violetta Valéry, quien construyó un personaje de gran profundidad psicológica, brillando tanto en la agilidad técnica de los pasajes virtuosos del primer acto como en la fragilidad emocional del último. Junto a ella, el tenor almeriense Juan de Dios Mateos encarnó a Alfredo Germont, aportando un timbre luminoso, un fraseo elegante y una presencia escénica llena de verdad. El barítono español Àngel Òdena ofreció una interpretación de gran autoridad vocal y notable densidad dramática en el papel de Giorgio Germont, el padre de Alfredo.

La escena, diseñada por Curro Carreres, presentó una ambientación moderna y minimalista, utilizando estructuras móviles, telones translúcidos y una iluminación técnicamente precisa para construir espacios cambiantes y simbólicos.

Un elemento particularmente aplaudido fue el trabajo del coro FIMA, que rompió la disposición tradicional al aparecer en varias ocasiones desde ambos proscenios. Este recurso, de elevada exigencia técnica y acústica, amplió la proyección sonora y generó una experiencia envolvente para el público. La coordinación entre foso, escena y coro puso en evidencia un alto nivel de preparación y un trabajo grupal de gran cohesión.

Más allá del éxito artístico, este proyecto representa un logro simbólico para la provincia: una gran ópera producida en Almería, con talento local dialogando con figuras de prestigio internacional, lo que demuestra la calidad presente en todos los segmentos de la cultura almeriense. El largo aplauso final fue un reconocimiento colectivo al trabajo desarrollado por Clasijazz, el Área de Cultura del Ayuntamiento de Almería y Cajamar.

Cabe destacar que el argumento de la ópera se desarrolla en tres actos: el primero con el enamoramiento de Violetta y Alfredo en una fiesta parisina; el segundo, cuando, viviendo juntos, el padre de Alfredo convence a Violetta de dejarlo por el bien de su familia, y Alfredo la humilla públicamente sin conocer el sacrificio; y el tercero, con el reencuentro de la pareja en el lecho de muerte de Violetta, quien padece tuberculosis. La obra, con música de Giuseppe Verdi y libreto en italiano de Francesco Maria Piave, es un ejemplo del estilo maduro del compositor, caracterizado por una mayor hondura en la descripción de los personajes y una orquesta más compleja.

El proyecto tendrá una función adicional en el mismo lugar para los trabajadores de Cajamar en la Ciudad Financiera de la entidad, ubicada en el PITA, durante la jornada de mañana, lunes.