El yacimiento arqueológico de Los Millares, ubicado en la provincia de Almería, es considerado el más importante de la Edad del Cobre en Europa Occidental. Con una historia que se extiende a lo largo de mil años, este poblado ha despertado el interés de la comunidad científica internacional desde su descubrimiento en 1891 por el ingeniero belga Luis Siret y su capataz Pedro Flores.
Dos años después de su hallazgo, Los Millares fue reconocido como una de las estaciones arqueológicas más destacadas de Europa. A lo largo de sus 5000 años de existencia, este asentamiento evolucionó y se convirtió en uno de los poblados más grandes y mejor defendidos de la época. La Ciudadela, su espacio fortificado más antiguo, es uno de los elementos más impresionantes del yacimiento. Esta estructura defensiva cuenta con una muralla de más de 2 metros de espesor y torres semicirculares que protegían el acceso al poblado.
Además de la Ciudadela, Los Millares cuenta con numerosas viviendas, calles empedradas, sistemas de canalización y una necrópolis donde se han encontrado enterramientos individuales y colectivos. También se han descubierto restos de cerámica, herramientas de cobre, objetos de adorno personal y restos óseos humanos.
La importancia de Los Millares radica en su papel como centro económico y social en la Edad del Cobre. Se cree que fue un importante punto de intercambio comercial entre diferentes culturas del Mediterráneo occidental. Además, su ubicación estratégica en una colina permitía controlar las rutas comerciales y protegerse de posibles invasiones.
En cuanto a su organización social, se cree que Los Millares era una sociedad jerarquizada, con una élite gobernante y una clase trabajadora encargada de la agricultura, la ganadería y la producción de bienes. También se han encontrado evidencias de rituales religiosos, como enterramientos con objetos ceremoniales y restos de sacrificios animales.
La desaparición de Los Millares aún es un misterio. Se especula que pudo haber sido debido a conflictos internos, cambios climáticos o invasiones de otros pueblos. Sin embargo, su legado perdura en forma de impresionantes ruinas arqueológicas que nos permiten conocer más sobre la vida en la Edad del Cobre en la península ibérica.El yacimiento arqueológico de Los Millares ha sido objeto de numerosas excavaciones y estudios a lo largo de los años. Estos trabajos han permitido a los arqueólogos e historiadores reconstruir la vida en este poblado antiguo y obtener información valiosa sobre las sociedades de la Edad del Cobre.
Una de las características más destacadas de Los Millares es su avanzada arquitectura defensiva. Además de la Ciudadela, se han descubierto otros sistemas defensivos como fosos y muros que rodeaban el asentamiento. Estas estructuras indican que Los Millares estaba preparado para resistir posibles ataques enemigos.
En cuanto a la economía de Los Millares, se ha encontrado evidencia de una agricultura desarrollada, con cultivos como trigo, cebada y legumbres. También se practicaba la ganadería, principalmente con ovejas y cabras. La presencia de herramientas de cobre indica que la metalurgia también era importante en esta sociedad.
La cerámica encontrada en Los Millares muestra una gran variedad de formas y estilos decorativos, lo que sugiere una producción especializada y un comercio activo con otras regiones. Se han encontrado vasijas, platos y jarrones, algunos de ellos ricamente decorados con motivos geométricos o figurativos.
La necrópolis de Los Millares ha revelado información valiosa sobre las prácticas funerarias de la época. Se han encontrado enterramientos individuales y colectivos, así como objetos personales como joyas, armas y herramientas que acompañaban a los difuntos en su viaje al más allá.
En resumen, Los Millares es un tesoro arqueológico en Europa Occidental que nos brinda una visión fascinante de la vida en la Edad del Cobre. Su importancia radica en su papel como centro económico y social, así como en su avanzada arquitectura defensiva. Aunque su desaparición sigue siendo un misterio, su legado perdura en forma de ruinas impresionantes que continúan revelando secretos sobre nuestro pasado.
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