El delegado territorial de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo, Amós García Hueso, ha inaugurado hoy una jornada de formación en primeros auxilios dirigida a integrantes del Ejército de Tierra y la Legión, la segunda que se imparte en la provincia, para “dotarles de conocimientos y habilidades que les permitan actuar ante casos de emergencia, especialmente ante dolencias cardíacas”, ha detallado.
Amós García ha explicado que la Consejería de Empleo está realizando formaciones en primeros auxilios para personal empleado del Ejército de Tierra, tanto militar como civil, en toda Andalucía, con el objetivo de llegar a unas 400 personas. La jornada de hoy, al igual que la desarrollada en marzo, ha sido impartida por personal técnico del Centro de Prevención de Riesgos Laborales de la Junta en Almería, dependiente de la Delegación de Empleo, y ha congregado a 13 personas procedentes de la Residencia Logística y la Brigada Militar de la Legión de la Base Álvarez de Sotomayor.
El responsable provincial de Empleo ha señalado que “la formación en primeros auxilios puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte en situaciones de emergencia” y, en este sentido, ha remarcado que “la capacidad del Ejército para actuar de manera rápida y eficaz en estas situaciones y los riesgos inherentes a su actividad tanto en sus acuartelamientos como en situaciones donde se encuentre desplegado, incluyendo condiciones extremas o contacto con materiales peligrosos, hacen que contar con conocimientos y habilidades adecuados en primeros auxilios sea una necesidad”.
En este sentido, ha abogado por una formación continua en este ámbito y ha anunciado la continuidad de jornadas como esta, “máxime cuando, según la Fundación Española del Corazón, sólo el 10% de la población española está capacitada para practicar técnicas de reanimación cardiopulmonar, mientras que en países de nuestro entorno europeo el porcentaje es del 60%”.
Amós García ha subrayado “la intensa labor de formación y concienciación preventiva que realiza el Centro de Prevención de Riesgos Laborales en primeros auxilios y en las últimas novedades en seguridad y salud laboral para mantener actualizados a todos los agentes implicados en la prevención” y ha recordado que “esta labor se enmarca en el eje estratégico incluido en la Estrategia Andaluza de Seguridad y Salud Laboral 2024-2028 de refuerzo de la prevención de patologías no traumáticas en el entorno de trabajo, en especial los infartos y el resto de dolencias cardiovasculares”. Así, ha indicado que en 2024, el 42% de las muertes en jornada de trabajo en España tuvieron como causa directa dolencias cardíacas.
La formación impartida hoy se ha programado en base a las recomendaciones del Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar y lo establecido por la legislación autonómica sobre el uso de desfibriladores, que definen la preparación necesaria para usar esta herramienta por parte de personas que no son profesionales sanitarios mientras que llegan los equipos especializados. Cada año se producen en España unas 25.000 paradas cardíacas y una rápida desfibrilación es clave tanto en términos de supervivencia como para reducir secuelas.
La formación, que ha tenido un carácter práctico, ha arrancado con una introducción sobre la cadena de supervivencia, la parada cardiorrespiratoria, la resucitación cardiopulmonar básica (RCP) y el uso del desfibrilador externo automatizado (DEA). También han aprendido los participantes a reconocer situaciones en las que una persona está sufriendo un infarto, ictus, convulsiones, hipoglucemia, hemorragia, traumatismo o ha tenido fracturas y qué hacer en cada caso, recurriendo cuando sea necesario a técnicas como la RCP y a herramientas como el DEA.
Los asistentes han puesto en práctica lo aprendido con maniquíes y un simulador de desfibrilador, aprendiendo técnicas para abrir las vías áreas, a colocar a la persona afectada en una posición lateral de seguridad, cómo desobstruir las vías aéreas ante un atragantamiento, cómo realizar una RCP básica en adultos y niños, cómo manejar el DEA y la técnica de desfibrilación, incluyendo una simulación de situaciones de emergencia vital y una prueba final que ayuda a fijar los conocimientos teórico-prácticos adquiridos.
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