Era habitual durante el verano, mientras España se tumbaba al sol, que surgieran serpientes para entretener al personal durante las noches en las que los vecinos se sentaba al relente a comentar las noticias del día. Hoy día te quiere multar si sacas la silla a la puerta de casa. En este que estamos viviendo, entre la canción del verano con Pedro, se nos ha colado la historia de una almeriense que se hizo famosa en aquellas noches del Misisipí. La Veneno. Y se ha colado entre las serpientes de este verano porque se ha puesto en duda el motivo de su muerte hace unos años. Una vieja grabación ha corrido como pólvora por las redes, en que la paisana, nacida en tierras de Adra, habla de los famosos políticos con los que se había acostado, poniendo la flecha en uno que se esconde tras las iniciales de M.M, y de otro en J.B.
Los rumores que se lanzan en los programas especializados en comentarios rosas, amarillos y tirando a negro, es el amplio conocimiento que tenía La Veneno sobre hombres con poder político y económico en nuestro país. De no haber muerto en unas circunstancias que no se han aclarado convenientemente, ¿nos estaría contando la almeriense en estos momentos quiénes era los M.M. y J.B. y otros nombres que ella entonces no mencionó? Tras la pregunta, la respuesta que surge es la siguiente: ¿Le dejarían decir todo lo que sabía? Nunca lo sabremos, como no parece que sepamos con la rotundidad necesaria el por qué y cómo murió La Veneno. ¿Pudieron tapar una boca, había que eliminar a una testigo que podría convertirse en un peligro si le daba por contar con las personas que se había acostado?
Todo es posible. Nada se puede aseverar. Lo único cierto, y lo apuntó ella misma en las declaraciones que nos han llegado, es que se había acostado con muchos hombres con poder. ¿Tenían miedo estos hombres a que La Venero pudiera contar y cantar? Después de todo lo conocido y aireado con las sobrinas de Ábalos, no creo que tuviera mayor importancia las palabras de nuestra paisana, pero no podemos olvidar que eran otros tiempos, y que entonces algunos de estos caballeros pudieran estar preocupados por lo que una persona como ella pudiera contar en una tertulia del rosa al amarillo de televisión, o en una entrevista en prensa.
No podemos negar que hoy, una exclusiva de la diva, de estar entre nosotros, se pagaría a precio de oro. Tras las conocidas sobrinitas, oír a La Veneno sus aventuras amorosas bien pagadas con políticos y empresarios de alta alcurnia se convertiría en la gran serpiente de este verano. Nos quedamos con la duda de si murió o la callaron. Y la misma nos va perseguir. ¿Les perseguirá a los políticos que se esconden tras las iniciales J.B. y M.M?
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