Cosa de hombres

Pensábamos que estas cosas habían pasado a la historia y pertenecían sólo a ese imaginario de cine de barrio que hoy despierta la indignación de muchas personas -las películas de Martínez Soria, los anuncios de Fundador y los comportamientos de aquella España recién nacida a la democracia- pero no, persisten.

En Almería, sin ir más lejos, esta misma semana, el alcalde de Almería hacía malabarismos con la imagen que pretende proyectar de sí mismo, en su doble vertiente de máximo regidor municipal y candidato a prolongar sus doce años de mandato, que es lo que en realidad le pide el cuerpo. Y de esa mezcla han salido páginas de periódico en las que por un lado el alcalde presentaba su Plan de Igualdad Municipal y por el otro anunciaba que en su candidatura sólo van 5 mujeres de los 14 puestos que le otorgarían la mayoría absoluta. Como dirían también en aquellos tiempos del chachachá, “a dios rogando y con el mazo dando”.

El alcalde olvida que cuando se hace una lista de representantes públicos ésta, como su propio nombre indica, debe ser “representativa” de toda la sociedad, y, si en Almería hay tantas mujeres como hombres, debería guardar esta misma proporción cualquier candidatura que se precie. ¿Acaso el alcalde piensa que no dispone a su alrededor de mujeres preparadas para asumir tal responsabilidad? Lo ocurrido con la lista del señor Comendador confirma que la ley de Igualdad de Género y las medidas que en ella se establecen siguen siendo necesarias, pues a la que nos descuidamos, llega alguien y la hace.

Como socialista pienso que en una sociedad de hijas, hermanas y madres tan formadas y preparadas como cualquier hombre para desempeñar cualquier puesto de trabajo u ocupar cualquier cargo de representación institucional, van a ser los propios hombres quienes pongan a estas personas en su sitio. Hoy más que nunca puedo decir que Almería necesita un cambio seguro y que está claro que ese cambio no va a llegar de la mano de este alcalde ni del Partido Popular.