Si hay algo que funciona en la política del Estado español es la maquinaria de la posverdad, esa cómoda narrativa que reescribe el pasado para ajustarse al presente de quien gobierna. Y en Andalucía hemos sido maestros en ese arte. Pero justo ahora, el 4 de diciembre —Día de la Bandera de Andalucía y conmemoración de aquellas marchas que lo cambiaron todo—, es momento de levantar una ceja y leer algo que ponga los puntos sobre las íes.
Y para eso, a los lectores de noticiasdealmeria.com, les recomiendo encarecidamente una lectura que debería ser de obligado cumplimiento en los centros escolares andaluces, si la educación no estuviera tan ocupada en ponerle más deberes al profesorado que al alumnado. Hablo de “De aquellos polvos, la autonomía andaluza y su origen histórico”, del periodista y escritor sevillano Rafael Sanmartín Ledesma.
El libro de Sanmartín Ledesma no es un manual de autoayuda para políticos, sino un bisturí que disecciona el proceso autonómico andaluz para contarnos cómo nació, y por qué. Y lo hace con la precisión de un notario y la capacidad narrativa de quien fue testigo y, en muchos aspectos, impulsor.
Sanmartín, curtido en prensa, radio y televisión —donde fue guionista de la serie documental “La Andalucía de la Transición” (por la que recibió el Premio 28-F del Parlamento de Andalucía en 2001)—, no solo conoce la historia, sino que la vivió. Fue uno de los promotores de asociaciones como Averroes, Estudios Andalusíes, clave para organizar aquella manifestación masiva del 4 de diciembre de 1977. Sí, la que después los partidos políticos se apuntaron, encabezaron y, finalmente, intentaron patrimonializar. Una pauta que, por cierto, sigue vigente en la política actual.
El autor es un experto en bucear en las fosas comunes del olvido histórico. No hay más que ver títulos en su bibliografía como “Grandes infamias en la historia de Andalucía” o “El país que nunca existió”. O el libro en el que aborda la figura de Blas Infante Pérez de Vargas, a quien algunos se empeñan en reducir a un mero icono folclórico.
El valor de “De aquellos polvos...” reside en su capacidad para ofrecer un compendio de la narrativa real, contrastando el relato oficial con los datos. Si alguien cree que la autonomía andaluza fue un regalo o una concesión, este libro le servirá de refresco.
Y para muestra, un botón. El libro de Sanmartín Ledesma, en su página 148, nos regala una joya que los jóvenes almerienses y andaluces deberían enmarcar.
El referéndum de autonomía del 28 de febrero de 1980 fue la vía elegida para que Andalucía accediera al autogobierno por la senda rápida, la del Artículo 151 de la Constitución Española, reservada a las consideradas "nacionalidades históricas" (como las que ya habían debatido su Estatuto en la II República, antes de la Guerra Civil). Y el pueblo andaluz no votó, sino que arrasó.
Comparemos los porcentajes de votos SÍ sobre el censo electoral total en las distintas Comunidades Autónomas que accedieron por la vía rápida:
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Andalucía: 74,19%
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Cataluña: 59,70%
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Euskadi: 59,79%
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Galicia: 28,27%
Y si miramos los votos SÍ sobre los votantes (participantes):
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Andalucía: 91,94%
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Cataluña: 88,15%
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Euskadi: 90,29%
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Galicia: 73,35%
Estas cifras, que el libro documenta con precisión, dejan una cosa meridianamente clara: el apoyo para acceder al Artículo 151 era inmenso. No fue un capricho de un puñado, sino una decisión que contó con un amplio consenso, donde partidos de derecha e izquierda se entendieron para que Andalucía obtuviera, por fin, el reconocimiento que la Guerra Civil le arrebató al interrumpir el proceso estatutario.
Curiosamente, este referéndum se topó con el famoso "caso de Almería", nuestra provincia, donde el sí, aunque mayoritario (10 síes por cada no), no alcanzó el techo legal exigido del 50% del censo, frustrando temporalmente la vía directa (la votación quedó en el 42,3% sobre censo en la provincia, mientras que a nivel andaluz se superó con creces). Porque eso es lo que se preguntaba, no otra cosa.
El 4 de diciembre no es solo el día para colgar la bandera verde y blanca en el balcón, es el día para recordar que la autonomía andaluza se consiguió en la calle, y con un apoyo electoral que ya quisieran para sí muchos procesos políticos posteriores.
Si su interés es comprender por qué la política andaluza es como es, y cómo las fake news históricas se construyeron sobre la lucha por el autogobierno, el libro de Rafael Sanmartín es la lectura perfecta para este 4 de diciembre. Es la aventura de nuestra historia reciente, contada sin barnices y con datos. Ideal para desempacar en estas Navidades y airear un poco la memoria.