Una noche llena de arte, emoción y duende se vivió en el Anfiteatro de la Rambla el sábado pasado, gracias a la actuación de la Escuela Flamenca de Chelo Ruiz. El espectáculo atrajo a un público entusiasta que se sumergió en un profundo recorrido por los diferentes palos del flamenco, donde la riqueza del cante y la fuerza expresiva del baile fueron protagonistas.
El elenco de lujo que arropó al alumnado de la Escuela de Chelo Ruiz incluyó al cantaor Christo Heredia, quien fue acompañado por el virtuoso y sensible toque de guitarra de José Bellido, así como por el preciso compás de Paco Torres en la percusión. Juntos, lograron generar un ambiente lleno de alegría y fuerza, donde la tradición se fusionó con la innovación.
Sin lugar a dudas, Chelo Ruiz fue la figura central del evento. Esta bailaora y maestra ha transformado su escuela en un lugar dedicado a la formación tanto artística como personal. Con un estilo distintivo que fusiona el respeto total por la tradición flamenca con una sensibilidad actual, Ruiz enseña a sus alumnos la relevancia de la disciplina técnica, sin olvidar nunca la esencia del duende.
A lo largo de una hora, diferentes grupos de alumnas exhibieron su calidad técnica a través de coreografías que destacaron por la limpieza en el braceo, la potencia contenida en los zapateados y una expresividad que se pone al servicio del cante. Reconocida en Almería, la escuela, compuesta por bailarines y bailarinas de diversas edades, ha logrado ganar prestigio por su habilidad para presentar montajes que irradian autenticidad y emoción.
Los alumnos y alumnas interpretaron una variedad de piezas en el concierto, que abarcó desde la solemnidad de la seguiriya hasta la alegría contagiosa de las bulerías, incluyendo también farrucas y otros estilos flamencos.
Cristo Heredia, uno de los artistas más destacados del flamenco contemporáneo, fue el encargado de ofrecer el cante. Como es habitual en él, cada interpretación estuvo llena de matices y presentó una variedad de registros que fueron muy aplaudidos. En la guitarra, José Bellido destacó por su toque limpio y elegante, mientras que la percusión estuvo a cargo de Paco Torres, quien marcó el ritmo con maestría.
El Anfiteatro de la Rambla fue el escenario de un aclamado concierto flamenco, donde el arte de Chelo Ruiz cautivó a sus amigos y compañeros de escuela. Esta actividad formó parte de la programación del Área de Cultura, Tradiciones y Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Almería.
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