A través de un compañero de trabajo, hermano del autor, me recomendó le lectura de un libro, hecho que realicé de forma inmediata solicitando su adquisición. Recibido en un par de días en el punto de entrega en la capital almeriense, es recogido y comenzamos su lectura en un sábado de junio en el que el mercurio marcaba 35 grados a la sombra, encontrándonos con su contraportada, el siguiente primer párrafo, el cual es muy sugerente por llamada gráfica de la letra en negrita: “La educación financiera NO debería enseñarse en las escuelas. Si, has leído bien.”.
Hay que seguir su lectura para darnos cuenta qué es lo que ha querido decir su autor, Álex Lozano, con estas líneas amanuenses. Nos sigue manifestando el autor de la obra, que le parece absurdo creer que aquellos que no saben gestionar nuestro dinero a través de los impuestos vayan a enseñar finanzas personales a nuestros hijos.
Le parece una broma de mal gusto ver a bancos e instituciones públicas dando cursos de inversión y ahorro a la ciudadanía. Precisamente ellos, que son los culpables de muchos de los problemas que sufre la economía.
Lo que uno pretende cuando se forma en temas de dinero es conseguir la tan ansiada libertad financiera. Todo lo contrario, a los objetivos de los políticos, que lo que pretenden es tenerte preso de sus ayudas y subvenciones.
Por eso, el autor, Álex Lozano, ve tan importante que desde la infancia vayamos inculcando el amor por la libertad en los más pequeños. Y para ello, aprender los conceptos más básicos de economía es imprescindible.
El título del libro es algo largo “El político bonachón y su buena intención. APRENDE A LEER CON EDUCACIÓN FINANCIERA”, con insistencia en la letra mayúscula, en cuyo interior, al igual que en la portada, se visualizan determinadas ilustraciones en color de Z. Beheshti, formateado por Nili Studio, editado por Amazon en esta año 2025, llevando como regalo un audio cuento como agradecimiento por comprar este libro y que hay que descargárselo mediante QR.
El último párrafo de la contraportada viene una ADVERTENCIA llamativa, en el sentido que, “este libro es para librepensadores. Si quieres que tus hijos aprendan las doctrinas comunistas, socialistas o cualquier otra que sea vivir del Estado, NO lo compres. Va de todo lo contrario. Así que ahórrate el disgusto.”
Un cuento corto pero de suma utilidad operativa para hacer ver a los más pequeños un mínima madurez en hacerles ver el valor de las cosas, familiarizándose con estos conceptos tan áridos de la economía – financiera.