www.noticiasdealmeria.com
Cercanías, pantanetas, desaladoras
Ampliar
(Foto: DALL·E ai art)

Cercanías, pantanetas, desaladoras

Por Juan Torrijos Arribas
martes 13 de mayo de 2025, 06:00h

google+

Comentar

Imprimir

Enviar

Add to Flipboard Magazine. Compartir en Meneame

Escucha la noticia

El Río Andarax llenaba su cauce, y la gente de los pueblos salieron a disfrutar el espectáculo de ver como el agua se pierde río abajo, camino del mar que la espera con los brazos abiertos. La ven pasar, pero no apagaran su sed con ella, a los políticos no parece interesarles.

A lo largo de los años hemos ido recogiendo en los medios las necesidades que tiene Almería en lo que a vías de hierro se refiere. No entramos en esta ocasión en las que nos unen con Madrid o Barcelona, o la futura que a través del Mediterráneo nos lleve a Europa. Estamos ante la necesidad de una alternativa ferroviaria que una el Poniente con la capital, o el bajo Andarax con el mismo destino. Eso en lo que a los trenes de cercanías se refiere. No tengan prisa, nos dicen, cuando planteamos estas dos cuestiones. Primero solucionemos las grandes comunicaciones, las largas distancias, y ya entraremos algún día en las cercanías. Los dos proyectos duermen el sueño de los justos en los oficiosos cajones de los políticos, tanto los de una acera, como los de la de enfrente. No hemos entrado en el diseño de los cercanías, pero no le hace mucha gracia a Alhama de Salmerón que no se cuente con ellos, y que se la deje al margen de esas vías.

Cuentan las viejas crónicas que, en los tiempos de don Nicolás, el eterno paseante de nuestra puerta de Purchena, (me parece interesante que se empiece a recuperar su viejo nombre, el de Pechina), cuando recorría los senderos del país solicitando el voto, ya le pedían los alhameños que el paisano les trajera el tren. No había posibilidad económica de hacerlo, no lo hubo entonces, y todas las cábalas que se hacen, lo dejan a pocos kilómetros, en Santa Fe, junto a Los Millares. Algo parecido ocurre con el Poniente, dicen los políticos, cuando el pueblo no le oye, que el costo de esa vía es desorbitado para las necesidades que ese tren de cercanías va a cubrir.

Hace unos años, tras la gesta de la llegada de la democracia, se oyeron voces reclamando dos pantanetas para la provincia, la de Alcora y la de Nacimiento. Hasta hubo reuniones de políticos con alcaldes de la zona para ver sus posibilidades. No eran rentables, es a la conclusión que se llegó, y si la hacían, la tenían que pagar los regantes de esos pueblos. En la localidad de Illar (buenos recuerdos con mi amigo Rovira y sus mañanas de caza por Retamar), se cerró el sueño de la de Alcora sobre el río Andarax, no recuerdo donde se cerró la de Nacimiento, pero no debió ser muy lejos.

Después se sacaron de la manga lo de las desaladoras, y ahí están, unas rotas, otras subiendo el precio del agua a los ciudadanos, casi todas dando buenos dividendos a sus constructores, y es de presumir que corriendo las coimas entre los que las encargaron. Con la ventaja de que las desaladoras se rompen, se gastan, y vuelta el dinero público a dar beneficios a unos y otros. Es el gran sino de nuestros euros, sean de papel o digital, dar vueltas beneficiando siempre a los mismos. Es el panorama que nos ofrecen los políticos.