Un hombre ha sido condenado tras ser arrestado por la Guardia Civil el lunes pasado, luego de recibir varios avisos de los vecinos que lo vieron merodeando cerca de la casa de su exmujer en Roquetas de Mar (Almería). Durante su detención, el individuo se resistió y causó lesiones a varios agentes, llegando incluso a morder la mano de uno de ellos. La sentencia, emitida por la Sección Civil y de Instrucción del Tribunal de Instancia 4 de Roquetas de Mar, establece una pena de cuatro meses de prisión al acusado por un delito de atentado contra los agentes de la autoridad. Además, se le impusieron diversas multas por las lesiones ocasionadas a los guardias civiles, quienes fueron representados legalmente por Marta Ortiz, abogada de la AUGC.
De acuerdo con la resolución judicial, el acusado admitió los sucesos ocurridos en la tarde del 18 de agosto, momento en el que, al ser solicitado por los agentes, se negó a identificarse y decidió escapar.
Al lograr finalmente darle alcance y proceder con su arresto, el acusado mostró una "actitud agresiva y violenta" al intentar agredir a los guardias civiles, llegando a morder en la mano izquierda a uno de ellos. Asimismo, propinó un codazo a otro agente y golpeó a un tercero en la espalda y en la mano derecha mientras trataba de liberarse antes de ser llevado a las instalaciones policiales. Debido a las lesiones ocasionadas, los agentes recibirán una indemnización total de 650 euros.
La investigación comenzó tras la alerta de varios vecinos, quienes notaron la presencia del hombre. Este individuo había estado observando desde las zonas comunes las ventanas de los bajos del edificio donde residía su exesposa, quien también se encargó de informar a las autoridades. La juez decidió suspender la pena privativa de libertad del acusado, estableciendo como condición que no cometa ningún delito durante un periodo de dos años.
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