La atención temprana en Almería ha vuelto al centro del debate parlamentario andaluz tras la contundente intervención de la parlamentaria del Grupo Por Andalucía, Esperanza Gómez Corona, quien denunció este miércoles en la Cámara autonómica la “situación especialmente grave” que sufren las familias con menores de cero a seis años que necesitan este servicio clave para su desarrollo.
“Señora consejera, le traigo el problema de Almería específicamente porque es especialmente grave: 245 días de media de lista de espera. Eso es muchísimo, casi un año, pero hay casos en los que incluso hemos llegado al año y medio e incluso a dos”, advirtió Gómez en su intervención durante la sesión de control parlamentario.
La parlamentaria por Por Andalucía se mostró visiblemente preocupada por las cifras que afectan directamente a la provincia, recordando que en enero de 2025 había una lista de espera de 700 niños y niñas, y aunque la Consejería ha informado de una reducción de 190 menores en mayo, Gómez denunció el precio que están pagando las familias por esa aparente mejora.
“Eso podría parecer una buena noticia, si no fuera porque se ha hecho a costa de reducirles sesiones a niños y niñas que más lo necesitan. ¿A cuáles? A aquellos que están escolarizados en la modalidad C y que, además, reciben una ayuda por dependencia”, explicó. Y añadió con dureza: “Se les está quitando 12 sesiones, que pueden que sean las adecuadas o, en algunos casos, insuficientes, para dejárselas en ocho y las cuatro que sobran darlas a otros. Es una situación grave que entendemos que exige respuesta inmediata”.
La parlamentaria denunció que el Gobierno andaluz está gestionando el servicio con una lógica de reparto de escasez, en lugar de ampliar los recursos: “No podemos convertir esto en una pelea de unos niños contra otros, de unas familias contra otras, porque no es el caso”, afirmó.
La respuesta de la Consejería: gestión e inversión
En su turno de respuesta, la consejera de Salud y Consumo, Rocío Hernández, defendió la actuación de su departamento subrayando las dos líneas estratégicas en las que se basa la política del Ejecutivo autonómico: inversión y gestión clínica.
“El nuevo concierto social, que supone 105 millones de euros, representa un incremento del 80% respecto a la inversión que había hace seis años”, argumentó Hernández. En el caso concreto de Almería, anunció que el nuevo modelo contempla una inversión de 10,7 millones de euros, lo que supone “un incremento del 40% respecto a lo que había” y permitirá “concertar un 37% más de sesiones”.
Pese a reconocer la existencia de listas de espera, la consejera insistió en que se está trabajando en una reestructuración de la atención: “Nos preocupa el número de niños atendidos, la equidad en el acceso y disminuir los tiempos de demora. Por tanto, ahí es donde estamos trabajando: inversión, planificación estratégica y gestión”, señaló.
Sobre la polémica reducción de sesiones a menores con dependencia, Hernández aclaró que “el número de sesiones está indicado por los especialistas, en base a la patología del niño. Eso también es gestión. No vale todo para todos”.
En cuanto a la coordinación con otras instituciones, como los centros educativos, aseguró que “por supuesto que trabajamos con Educación”, y defendió que el nuevo concierto social ha tenido en cuenta los convenios colectivos del personal profesional, lo que justificaría, según dijo, el incremento presupuestario.
La consejera concluyó su intervención lanzando un mensaje tranquilizador a la ciudadanía: “La atención temprana está garantizada, es un servicio garantizado, y ese incremento de inversión es la muestra del compromiso de este Gobierno con nuestros menores”.
Gómez exige medidas urgentes, no promesas
No obstante, para Gómez las explicaciones no resultaron satisfactorias. En su réplica, advirtió que la situación no permite seguir esperando a los plazos administrativos: “Tenemos que reducir de manera urgente la lista de espera y eso requiere más financiación, y la requiere hoy. No podemos esperar a los nueve meses de la última prórroga del convenio de licitación pendiente”.
También reclamó la restitución de las sesiones recortadas a menores especialmente vulnerables y propuso medidas concretas para mejorar la atención: diseñar encuestas públicas de satisfacción del servicio, auditar la eficacia del sistema, reformar el modelo de financiación, revisar el convenio profesional y, sobre todo, reforzar la coordinación interinstitucional, especialmente con Educación y Trabajo Social.
“Hace falta que haya mayor coordinación con lo que pasa en los colegios, porque, a día de hoy, no está pasando”, lamentó.
Un debate que deja a Almería en el foco
La sesión parlamentaria ha vuelto a colocar a Almería en el foco de las carencias estructurales de la atención temprana en Andalucía. Con casi un año de espera de media, y casos que rozan los dos años sin atención especializada, los datos aportados por Gómez reflejan una situación que muchas familias viven con desesperación.
La cifra de 10,7 millones de euros anunciada por la Junta como inversión para el nuevo concierto social en Almería es, sin duda, una promesa significativa, pero el reto ahora, según la oposición, es convertir esa cifra en una mejora real del servicio para los más pequeños.
Como subrayó la diputada de Por Andalucía: “La atención temprana no es un gasto, es una inversión. Es lo que permite que niños y niñas tengan una evolución mucho mayor y, en algunos casos, que no lleguen a desarrollar trastornos graves que podrían impedirles hacer una vida normal”.
El debate está servido. Y en el centro, una provincia que —como tantas otras veces— vuelve a quedarse esperando.
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