A la Mesa del Ferrocarril no se le puede negar su tenacidad, con la que ha logrado poner en la agenda de los políticos almerienses de todos los partidos, el problema de nuestras comunicaciones ferroviarias.
Frente a eso encontramos que la ciudadanía almeriense le da sistemáticamente la espalda a sus convocatorias, ya sean concentraciones, o charlas, o jornadas. El motivo es que se evidencia en exceso la politización de la propia Mesa, hasta dar la impresión de que la razón por la que ésta se agita no es otra que hay un Gobierno en La Moncloa que preside el Partido Popular.
Lo cierto es que la Mesa no existió en los años de Gobierno del Partido Socialista, y eso que las promesas de mejora ferroviaria, de soterramiento, de AVE… venía de antes, de cuando gobernaba José María Aznar. Es decir, que en los ocho años de José Luis Rodríguez Zapatero hubo un total conformismo, a pesar de los incumplimientos de plazos, la falta de inversión, y los pegotes inconexos construidos.
Y claro, solo faltaba que cuando la Mesa va a Bruselas a presentar la situación del Corredor Mediterráneo (o la no-situación, más bien), quien paga el viaje es el grupo europeo del PSOE, quien actúa de cicerone es una europarlamentaria socialista y exconsejera de la Junta de Andalucía, Clara Aguilera.
Pero ya el colmo es que la jornada de la Mesa sobre el potencial económico que el desarrollo del ferrocarril aportaría a nuestra provincia, cuente con Jesús Miranda Hita, quien fuera subsecretario de Estado del Ministerio de Fomento con Zapatero, y venga dando lecciones con frases cuando menos sorprendentes a poco que se le ponga el espejo delante.
Transcribo, sólo a modo de ejemplo previo sobre la rehabilitación del Cable Inglés, su respuesta a un encuentro digital con el Diario de Almería en diciembre del año 2009, : “En cuanto a su rehabilitación, le puedo confirmar nuestro firme compromiso con apoyarla financieramente, como lo demuestra el convenio que ya firmamos el 19 de noviembre pasado con la Junta de Andalucía para las obras de la primera fase, por el que cada una de las dos Administraciones hacen una primera aportación de 1,8 millones de euros (de la que ya se han pagado a la Junta 950.000€). La segunda fase de las obras vendrá de la mano del proyecto integral que se encuentra en redacción, y que espero que pueda ser remitido por la Junta al Ministerio de Fomento en las próximas semanas, para su consideración a ser posible en la primera reunión de este año de la Comisión Mixta del 1% Cultural, que se celebrará en marzo o abril. Aunque todavía es prematuro asegurarlo, precisamente porque estamos a la espera de que se ultime la redacción del citado proyecto, la información provisional de que dispongo dice que su coste estará en el entorno de los 25 millones de euros, de los que el Ministerio podría aportar hasta 19.”
El señor Miranda Hita podría haber aprovechado su tiempo ante el auditorio de la Casa de las Mariposas para explicar qué ha pasado con este tema. ¿Dónde está la rehabilitación? ¿qué se hizo en esos dos años que aún tuvo por delante el PSOE? ¿y qué ha pasado con el millón de euros que el Gobierno central entregó a la Junta, si ésta no ha hecho nada en el monumento? ¿dónde está el dinero?
Pero vayamos a la gestión ferroviaria de Miranda Hita, que al poco de ser nombrado por Zapatero, vino a Almería el 28 de diciembre de 2009, a presentar un estudio informativo sobre la línea que uniría esta provincia con Granada. El caso es que ese estudio debió estar acabado en enero de 2008, tras ser adjudicado en 2006 con un plazo de ejecución de 24 meses.
Es decir, que el exsubsecretario que hoy pontifica diciendo que “hemos perdido cinco años” con el Partido Popular, no aclara si de esos cinco, dos son por culpa del PSOE, o son cinco del PP más los dos del PSOE, y por tanto son siete. Y no dice tampoco por qué es aceptable que tarde dos años la elaboración de un estudio, por qué es comprensible que se retrase dos más y por tanto sume cuatro, y ahora se escandalice porque se dedique un año a revisar la totalidad de estudios informativos.
Tampoco aprovechó ese auditorio excepcional que le brindaba la Mesa del Ferrocarril, para justificar porqué cuando el 15 de julio de 2011 inauguraba los túneles de Sorbas –luego tapiados por el PP- había tramos con cinco años de retraso, y también en ese momento –año 2011 y a poco de las elecciones generales- seguíamos sin saber por dónde iría el Corredor Mediterráneo, si por Motril o por Granada. Y por cierto, en esa misma fecha tampoco se sabía dónde había acabado aquel estudio informativo que acumuló dos años de retraso sobre los dos que tenía previstos.
También habría podía contar... incluso a modo de chascarrillo... lo de las "lentejas" del entonces alcalde Luis Rogelio Rodríguez. ¿Lo recuerdan? Resulta que el Ministerio de Fomento, el de Miranda Hita, le dijo al primer edil almeriense que el soterramiento integral y hasta el puerto era imposible, técnica y económicamente, por lo que la propuesta del Gobierno socialista era un semisoterramiento que dejaría una especie de jorobas por encima del raso. Comentaba el alcalde que en Fomento le habían dicho que "esto es lo que hay, como las lentejas, o las comes, o las dejas".
Pues bien, poco después, quizá no pasó ni un mes, cuando Miranda Hita, en la presentación de un sello de correos en la Subdelegación del Gobierno, se dejó caer con que el soterramiento sería integral, hasta el puerto, y además lo pagaría todo el Gobierno central. No explicó a qué se debía el cambio, ni cómo de repente habían desaparecido los problemas técnicos y tampoco los económicos... eso sí, poco después se nos echaban encima las elecciones generales ¿sería esa la razón? Miranda Hita también desaprovechó la oportunidad para darnos esos detalles nunca contados.
Esta es seguramente la razón por la que los almerienses no se siente concernidos en las convocatorias de la Mesa, por eso quienes acuden a sus actos no son sociedad civil real, por eso quienes participan son partidos, organizaciones, asociaciones, entidades… pero no gente común y corriente, personas independientes, almerienses anónimos.