El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, junto a la vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, están siendo los artífices de los grandes avances que está experimentando nuestra provincia desde el punto de vista social y económico o de las infraestructuras.
Las cifras no lo son todo, pero sí nos permiten aproximarnos a una realidad que dista mucho de lo que los números nos decían cuando el Partido Popular salió del Gobierno, en junio de 2018, como consecuencia de la moción de censura que presentó el PSOE tras la sentencia que condenó al Partido Popular por corrupción. En estos siete años, el progreso y los avances que se han producido en España y muy especialmente en Almería son indiscutibles.
Hoy tenemos más personas trabajando que nunca y con más estabilidad en el empleo gracias a la reforma laboral. Hemos subido el salario mínimo, las familias vulnerables tienen el sustento del Ingreso Mínimo Vital y las pensiones de los almerienses y las almerienses son más dignas desde que se incrementan conforme al coste de la vida. Los progenitores disfrutan de permisos de maternidad y paternidad de 16 semanas y los estudiantes cuentan con más y mejores becas para que la economía familiar no sea un factor determinante en su formación.
Almería está viviendo sus mejores años de la mano del Gobierno de España con inversiones mil millonarias en el Corredor Mediterráneo, cuyas obras avanzan al alcance de la vista de todo el mundo. También con las actuaciones que se ejecutan para mejorar los regadíos y con las que van a permitir aumentar la producción de agua desalada. De la misma manera, avanzamos con paso firme para acabar con el desierto energético al que nos condenó Rajoy.
Si echamos la mirada atrás, tampoco nos podemos olvidar de todo lo que se está haciendo gracias a los fondos europeos que logró Pedro Sánchez ni de la intentona fallida del Partido Popular por bloquearlos. Gracias a ese Plan de Recuperación se está construyendo el hospital de Roquetas de Mar, el nuevo edificio de Consultas Externas de Torrecárdenas o los nuevos centros de salud de Benahadux y El Ejido.
En este tiempo, lamentablemente, el Partido Popular no ha ayudado en nada. Feijóo y los suyos han votado en contra de todas las medidas sociales que ha ido aprobando el Gobierno de España, mientras que Moreno Bonilla se ha dedicado en cuerpo y alma en este mismo periodo a destruir el Estado de bienestar en Andalucía. Nada nuevo, por cierto; es lo mismo que lleva haciendo la derecha toda la vida.
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