Roma no paga... abstenciones
Por
Al Hakam Morilla Rodríguez
viernes 17 de abril de 2015, 17:07h
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En política uno puede equivocarse o no, siempre y cuando lo haga en su Pueblo. El problema adopta derivaciones graves cuando no se sabe cuál es. ¿Será Cádiz, Sevilla, la provincia o comarca del alma? ¿Andalucía tal vez, una simple 'región' o 'territorio' para el leninismo centralista? Si fuese España quizá... ¿cómo venderán la burra en Euskal Herria y Catalunya? ¿'Nación europea'? ¡Horror, eso implicaría ponerse a la misma altura que la ultraderecha más rancia!
La duda hamletiana o la apuesta faústica representan un juego de niños, al lado de lo que se empieza a destapar entre las incautas bases de los seguidores pablistas. Como los trileros tratan de esconder la bolita, entre las tres propuestas para un acuerdo con Susana Díaz dictadas desde Madrid, dos de ellas muy razonables, en la tercera se descubre la farsa.
La primera, aun al rebufo de C's que fue el primero en espetarla (la dimisión de Chaves y Griñán), hacer que la encarcelación no exima de pagar a cargos corruptos, no está nada mal. La segunda, que la Junta de Andalucía no tenga cuenta alguna con desaprensivos bancos que desahucian de modo inhumano, no admite reproche, Sin embargo, en la tercera la formación lila ha dejado al descubierto que a los suyos quiere ponerles morados: reducción de altos cargos, magnífico, ¿y con el excedente contratar a interinos? ¿Y por qué no dar prioridad a los dependientes, a geriátricos o guarderías públicos, a mayores parados de cincuenta años...?
Ya nos advirtió Gramsci que la tercera pata hegemónica del Estado totalitarista se apoyaba sobre su cuerpo docente que legitima, descarada o subrepticiamente, a la reacción. El iglesismo ha formado sus cuadros a imagen y semejanza de su troika dirigente: profesores. Ahora tratan de recompensar a su selecto club de interinos, la gran mayoría de los cuales han aventurado su propio pecunio (viajes, propaganda, organización de asambleas, microcréditos, etc) para disponer de un instrumento político a su servicio que les blinde la soldada.
Descubren demasiado tarde la triste realidad de haberse hipotecado a los intereses del españolismo. Aunque amague con pactar, absteniéndose, Podemos no puede hacerlo sino quiere hundirse en el resto del Estado. Dejaría claro su ansia por hacer la misma carrera que ha llevado a Izqda Unida de la nada a la completa miseria. La PSOE tiene tal cúmulo de imputados en sus filas que aunque obtengan mayoría ahora y otra en segundo intento, como las que reeditaba el GIL en Marbella, no puede formar gobierno salvo que quien lo haga no tenga inconveniente en pegarse un batacazo colosal en las próximas Elecciones Generales.
Ser o no Ser... he aquí la cuestión.
Coordinador Nacional de Liberación Andaluza
Colectivo para la memoria y la identidad de Andalucía
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