Se me había quedado entre las teclas del ordenador, este gobierno, sus ministros y los chorizos que les rodean es que no paran de darnos tela sobre lo que escribir. Ya vemos lejano el apagón, el retraso de los trenes y hasta lo de Cerdán. Y no quería dejar de compartir con ustedes el enfado del presidente andaluz.
Ojo, Pedro, que el Moreno Bonilla se ha enfadado. Y cuando este se enfada, lo hace de verdad. No vayas a pensar que es la presidenta de Madrid, que no lo es. A Isabel ya la conoces, se le va la fuerza por la boca, el Moreno es de los que muerden con la boca cerrá, así que cuando la abre, el bocao es de lo que hacen daño, de los que duelen y necesitan un analgésico. No ha dicho abiertamente que esté enfadao contigo, presidente, más bien lo está con tu gobierno, o con parte de ese equipo de ministros que se sientan los martes a tu lado, y a los que les preguntas, que majo eres, si la tortilla la quieren con o sin cebolla. Y aunque sé que los errores de ellos no son los tuyos, tú no te equivocas nunca, ni mientes, solo cambias de opinión como los sabios, me ha dado la impresión de que el Bonillo quiere cargar sobre ti todos las penas y problemas que pueda padecer Andalucía.
Se enfada, dijo, porque apagaste España durante un montón de horas (yo estuve desde las doce y treinta y tres hasta las ocho y siete del día siguiente, cuenta, y verás que no son cuatro, como has manifestado en alguna de tus apariciones en la tele), y Moreno decía, muy enfadado él, que la gota que colmaba el vaso de su paciencia fue el parón de los Ave hasta Sevilla durante otro puñado de horas, y aquí sin poder bailar sevillanas, sin tocar la guitarra, sin poder ir al baño y con el bar vacío a las primeras de cambio. Esta segunda aventura de su gobierno, en este caso del ministro Puente, ese al que le gusta dar caña, sacar el viejo dóberman de los ochenta a pasear, le ha molestado más. Diría que ha sido esta, la que lo ha enfadado de verdad.
Lo vi en la tele, y tenía los ojos raros, como nunca se los había visto. No creo que se vaya a tomar la venganza por su mano, no me parece que sea un hombre vengativo, es más bien un buenazo en política, diría que un buenista perfecto y personificado, pero nunca lo había visto así, ni cuando le dicen de todo los de la oposición en el convento, sus contestaciones son tranquilas, reitero, buenistas hasta más no poder, pero el otro día estaba muy enfadado, eso sí se le notaba en la cara.
No sé lo que va a hacer el señor Moreno, pero cuídate Sánchez, los ladradores son poco mordedores, a los que hay que temer es a los callaos. Y Moreno Bonilla es de esos, de los que muerden con la boquita cerra y sin avisar. Que no es Isabel, que a esa se la va la fuerza por la boca y muerde poco. No digas luego que no te habíamos avisado de lo que te podía esperar.
Pd. Pedro, me dicen que no te preocupes, que ya se le ha pasao el enfado, que fue una explosión momentánea, pero que ya está bien, vuelve a ser centrista y buenista, así que tú, tranquilo.
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