Derrota polémica en Ceuta

El Almería se enfrentó a una dura realidad en Ceuta, donde sufrió una derrota por 3-2 en un partido que había sido suspendido anteriormente debido al fallecimiento de un espectador. Este encuentro, que se reanudó con el marcador empatado a uno, marcó el final de una racha de nueve partidos sin conocer la derrota para los rojiblancos.

La polémica estuvo presente en el encuentro, especialmente tras un penalti señalado en el minuto 80 que resultó decisivo. A pesar de este revés, el equipo mostró una actitud valiente y decidida durante todo el partido, buscando siempre la victoria.

Un once competitivo

Bajo la dirección de Rubi, el Almería presentó un alineación similar a la que había jugado en la jornada 13, con algunas modificaciones estratégicas. Baba y Horta ocuparon posiciones clave en el centro del campo debido a las amonestaciones de Dzodic y Lopy. Además, Leo Batistao se hizo presente en el extremo derecho ante la baja de Nico Melamed. El equipo mantuvo su esencia competitiva, aunque adaptándose a las circunstancias del encuentro.

Desde el inicio, los indálicos mostraron su intención de dominar el juego, presionando al rival desde arriba. Sin embargo, fue el Ceuta quien abrió el marcador gracias a un gol de Marcos tras una pérdida de balón por parte de Chirino. Con este gol en contra, los rojiblancos tuvieron que ponerse manos a la obra para revertir la situación.

Una respuesta contundente

Apenas quince minutos después (60 del encuentro), Sergio Arribas logró empatar con un cabezazo tras un preciso centro de Embarba (2-2). Este gol revitalizó al Almería, que comenzó a tomar las riendas del partido y controló mejor las acciones. Soko y Embarba estuvieron muy cerca de marcar el tercer gol en dos ocasiones consecutivas, pero sus intentos se fueron desviados.

Cuando todo parecía indicar que los rojiblancos podrían llevarse los tres puntos, llegó la jugada polémica. En el minuto 80, dentro del área del Ceuta, Bonini y Anuar se enredaron y cayeron al suelo. El árbitro, guiado por su asistente, decidió señalar penalti. Rubén Díez ejecutó la pena máxima y puso el 3-2 definitivo en el marcador. Para añadir más frustración al equipo almeriense, en los últimos minutos Embarba fue derribado dentro del área sin que se sancionara nada.

A pesar de esta amarga derrota y las decisiones arbitrales cuestionables que rodearon el partido, la UD Almería debe seguir adelante con optimismo y confianza en su capacidad para superar adversidades futuras.

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