Ideas en Sanidad

Estos días estamos asistiendo a un amplio debate, seguramente más profesional dentro de la Sanidad que mediático o generalísta, a propósito de una reflexión o idea lanzada en un foro sanitario, por el Presidente del Consejo General de Colegio de Médicos de España. En síntesis, vino a decir que se abusa demasiado en nuestro país de los servicios de urgencias de los hospitales y que convendría un análisis profundo sobre la cuestión.
La Salud constituye, sin lugar a dudas, un pilar fundamental de nuestro estado de bienestar y, por ello, cualquier debate sobre la misma suscita un especial interés.
Casi nadie duda, de que en España disfrutamos, desde hace muchos años, de un sistema sanitario público de primerísimo nivel que, además, es universal aunque no gratuito, puesto que se sustenta y se mantiene gracias a los impuestos de los españoles, pagados durante toda una vida. Sin embargo, este sistema tiene ante sí amplísimos nubarrones que obliga a estar alerta permanentemente para que no rebaje esa calidad.
En efecto, en este momento la Sanidad Pública tiene un déficit calculado alrededor de los 20.000 millones de Euros, repartidos entre todas las Comunidades, cuya enorme dimensión pone en riesgo al propio sistema, que empieza a ser insostenible.
El Presidente del Consejo General de Médicos, conocedor exacto de la situación sanitaria española, ha dado un toque de atención ante la Ministra de Sanidad y ha esbozado unas ideas que, si son improvisadas, es necesario matizar y si proceden de una plena convicción, es obligado profundizar en ellas por quién corresponda.
Básicamente, las ideas se refieren al funcionamiento de los Servicios de Urgencia de nuestros Hospitales, con una frecuentación aparentemente excesiva, como seguramente todos los ciudadanos podemos comprobar, sin que se exagere en absoluto. Ahora bien, en el momento de aplicar las medidas oportunas que permitan mejorar este aspecto de la asistencia sanitaria, no puede improvisarse ni tomar medidas precipitadas de difícil aceptación por la población enferma, o potencialmente enferma.
Desde hace unos cuantos años, ha ido creciendo desmesuradamente el gasto en la gestión de la Sanidad, mientras que no lo ha hecho en igual medida, ni las plantillas ni la cartera de servicios y es en ese gasto donde cabría incidir en primer lugar antes de reducir prestaciones. La gestión que hasta hace muy poco la hacían unas cuantas personas, ahora la hace un verdadero ejército, que ha precisado, incluso, la construcción en los centros, de edificios específicos dedicados a ese menester y, además, con criterios de selección del personal no siempre transparentes.
Es necesario, también, incidir en la educación sanitaria de los ciudadanos para un uso racional de los recursos, que nunca son infinitos ni ilimitados, y en este sentido no se hace ninguna pedagogía.
Lo que será prácticamente imposible para el sanitario, en general, es establecer en los Centros limitaciones a un derecho, sin duda, el más valorado por los ciudadanos, como lo es el derecho a la Salud y a la utilización de todo aquello que la hacen posible.
En definitiva, Ideas en Sanidad para meditar, en dónde todos tenemos algo que decir.