Los ebólogos
domingo 12 de octubre de 2014, 10:11h
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No tengo ante mí el Diccionario de la Real Academia Española (RAE), por tanto, no estoy seguro que la palabra con que encabezo mi colaboración esta semana esté recogida entre sus páginas. Sin embargo, a tenor de cómo transcurren los acontecimientos en España desde hace una semana, seguramente muy pronto habrá que incluirla.
La definición sería que un Ebólogo es un experto en la Enfermedad del Ébola. Es sorprendente como en tan poco tiempo y aprovechando una serie de coyunturas, han empezado a proliferar los entendidos en esta enfermedad que, siendo más frecuente de lo deseable en una serie de países africanos, infradotados no solo sanitariamente sino en otras graves carencias que caracterizarían el llamado estado de bienestar, como el hambre, el Sida, Malaria, desesperación, etc, ha llegado en estos días hasta nuestra tierra. Son numerables las tertulias radiofónicas, televisivas o redes sociales en dónde profesionales que se creen con derecho a opinar de todo, están extendiendo con grave irresponsabilidad y, en ocasiones, frívolamente, comentarios e informaciones que están creando un cierto grado de alarma social ante una ciudadanía absolutamente sorprendida desde la propia ignorancia frente a este problema y sus consecuencias. Recuerda mucho lo que sucedió, en su día, con el Mal de las Vacas Locas (la Encefalitis espongifome) o anteriormente el SIDA.
Hay que decir ya, y bien alto, que en la actualidad no existe ninguna razón que justifique este alarmismo y mucho menos esta especie de histeria colectiva que se extiende como reguero de pólvora. En general, los medios de comunicación están tratando este tema con un profundo desconocimiento e indocumentación, que les hace especialmente irresponsables. Este hecho contrasta extraordinariamente con la postura de los expertos, técnicos en Virología o Epidemiología, profundos conocedores de esta problemática, desde la prudencia y la ecuanimidad con que se están manifestando.
Es esta la hora de los técnicos y de los análisis con serenidad de protocolos de actuación realizados por ellos mismos. Confiemos en la Sanidad Pública, de primerísimo nivel, y en la capacidad de nuestros Sanitarios.
Si en lo acontecido con el contagio del Ébola a uno de esos técnicos, la Auxiliar de Enfermería, ha sido fruto de algún error que podía haberse prevenido, tiempo habrá para sancionar a los responsables, pero ahora es el momento de la serenidad, la prudencia y la profesionalidad, carentes, en general, en gran cantidad de esos medios de comunicación.
Información sí, pero rigurosa y veraz, además de contrastada con los expertos correspondientes.
Médico y ex alcalde de Almería por el PP
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