Al PSOE le estalla la Alcazaba

Hace cuatro años el Partido Andalucista abría su campaña electoral a los pies de la Alcazaba, denunciando su deterioro ante la indiferencia de las autoridades incompetentes del Gobierno andaluz.

Ahora se han producido desprendimientos que han obligado a cerrarla a los visitantes durante unos días, a lo que hay que sumarle las visibles humedades en algunas zonas, los inaceptables apaños llamados pomposamente rehabilitación, y a eso se le puede sumar la escasa vigilancia, la privatización del recinto (recordemos la celebración de un concierto con motivo del Milenario y que suspendió el acceso del público normal a las dependencias por primera vez en la historia)... añádase el desinterés por dar soluciones a los accesos y la reordenación del entorno entendiéndose con el Ayuntamiento de la capital.

En el cajón siguen esperando propuestas como un patronato que propuso el PP en su momento, pero también el PA, y ahora UPyD, que sería tan normal como el que regenta la Alhambra de Granada (por cierto que de espaldas al propio ayuntamiento granadino tanto ahora con alcaldía popular como antes con alcaldía socialista, por que aquello era el cortijo de Mateo Revilla). Incluso se habló de un parador.

No caben excusas. El Gobierno andaluz es el único responsable de la gestión del conjunto monumental de la Alcazaba, o de lo que ellos han catalogado como "museo" -degradando incluso su propia entidad histórica sencillamente para ahorrarse unos eurillos- por tanto es el único responsable de sus constante y permanente deterioro. No caben excusas.

El PSOE, que es el único partido político que se ha mantenido callado ante este asunto y se ha limitado a defender con la boca pequeña -muy pequeña- la versión "juntera", no ha movido un dedo por el Cable Inglés, que sigue al borde del derrumbe, ha puesto y sigue poniendo impedimentos a la recuperación del Cortijo del Fraile, deja que se venga abajo el Palacio del Rey Boabdil... mantiene sin protección legal la vieja y delicada estación de ferrocarril, se olvida de la casa en que vivió y creó Perceval.

Pero no, lejos de que este comportamiento sea fruto de ojeriza contra Almería (¿cual podría ser el motivo?) encontramos que la ermita de la Consolación en la localidad cordobesa de Bujalance, y el Trapiche del Prado en Marbella, han sido incluidas por Hispania Nostra en su Lista Roja del Patrimonio por el riesgo de ruina inminente.

Hace justo un año, en Villamartín caía parte del castillo medieval de Matrera, levantado en el siglo XV. Una fortaleza que es BIC desde 1985, pero que su categoría no aceleró ni las negociaciones con su propietario particular para darle titularidad pública ni las obras que el Ayuntamiento pedía para consolidarlo.

Ese mismo año en Cádiz un drago con 260 años y decalarado BIC en 2011 caía desplomado sobre el patio de la antigua Escuela de Bellas Artes.

En Málaga, el conjunto de La Alcazaba y el Castillo de Gibralfaro, que en 2012 recibió 628.229 visitas, padece “una gestión deficiente que afecta a su conservación”, según arqueólogos y asociaciones ciudadanas.

En Granada la muralla zirí, su entorno y la puerta Monaita, del siglo XI, en el Albaicín están en situación penosa. La muralla quedó al descubierto tras el derribo de varios inmuebles, pero el proyecto para su recuperación no se ha ejecutado y en pleno BIC se hace botellón.

Y podríamos seguir por que la lista es tan larga como abundantes los BIC de nuestra patria. El problema no es el abandono de la Alcazaba de Almería si con ser grave fuera el único, el problema es el abandono de todo nuestro patrimonio histórico, cultural e identitario.