www.noticiasdealmeria.com
Síganos en Telegram: Gratis e inmediato

Errado diagnóstico andalucista

Por Rafael M. Martos
x
directornoticiasdealmeriacom/8/8/26
https://www.noticiasdealmeria.com
domingo 26 de julio de 2015, 11:57h

google+

Comentar

Imprimir

Enviar

Add to Flipboard Magazine. Compartir en Meneame

Escucha la noticia


El alumno, ya un poco harto, levantó la mano. Se aproximaba el examen final y no acababa de encontrarle sentido a haberse pasado un año estudiando Filosofía. “Si cada filósofo ofrece respuestas distintas a las grandes preguntas ¿qué sentido tiene que aprendamos sus teorías sin saber cual es la correcta?” preguntó a la profesora, quien obviamente estaba acostumbrada a escuchar varias veces cada curso algo similar. La respuesta, dijo, va en la propia pregunta; lo importante es que todos ellos han coincidido en formular las grandes preguntas.

Seguro que los dirigentes del Partido Andalucista -alguno de los cuales estaba vinculado a una academia de enseñanza en Sevilla- se perdió las clases de Filosofía, e incluso las de Medicina, en las que se aprende que si el diagnóstico es incorrecto, la sanación es imposible o sólo depende del milagro. Lo mismo pasa en Derecho, que si no se plantea bien la defensa o la acusación, lograr la sentencia favorable es cuestión de suerte (vamos, del juez que te toque)... y así podríamos seguir.

Los dirigentes históricos del PA, como son Alejandro Rojas Marcos, Antonio Ortega, Diego de los Santos, Miguel Ángel Arredonda y Luis Uruñuela, han pedido la disolución de la formación que crearon hace medio siglo, y lo hacen bajo el argumento de "la falta de interés del pueblo andaluz, fruto de una insuficiente conciencia de pueblo, por tener un partido propio y soberano, es decir, exclusivamente andaluz".

La actual dirección que encabeza Antonio Jesús Ruiz, sostiene que es precisa una “refundación”, señalando que "Entendemos que debe morir lo viejo, su forma de hacer política, pero no la ideología, que está por encima de todo. Muere lo viejo para dar paso a un nuevo tiempo, y tiene que ser una renovación de verdad. Algo sin ataduras con el pasado, desvinculado de una etapa en la que se jugó un papel histórico, al igual que sus líderes. Que no sea continuidad de nada, sino el nacimiento de una nueva forma de hacer andalucismo político".

Como puede observarse, los antiguos dirigentes culpan a los andaluces por no ver útil al PA, y los actuales dirigentes culpan a los anteriores y a las siglas. Y a todo esto la casa sin barrer.

La pregunta, la gran pregunta, la pregunta filosófica, la estratégica, es una suma de ambas respuestas. La pregunta es porqué los andaluces no muestran interés por el PA, y podría añadirse sin problemas la coletilla “después de su imprescindible aportación a la consecución de la autonomía y de la recuperación de los símbolos andaluces y de parte de nuestra historia como pueblo”.

Pues eso, sin la pregunta adecuada, las respuestas son todas erróneas aunque tengan algo de cierto cada una de ellas.

Cuando todos los partidos políticos asumieron la defensa de la autonomía andaluza, cuando todos aceptaron la bandera verdiblanca, el himno y el escudo, cuando asumieron a Blas Infante como padre de nuestra patria, cuando todos se colocaron la A, cuando todos se definen en sus estatutos como “andalucistas”... al PA le quedaba poco espacio ideológico en el que desarrollarse, pero es que si a lo anterior añadimos que se define como “socialdemócrata” como el PSOE, o que es “federalista”, también como el PSOE... pues ya me dirán qué le queda al PA como argumento diferenciador de otras opciones políticas.

Mientras en otros territorios los nacionalismos y regionalismos han ido afianzándose, en Andalucía, el único partido genuinamente andaluz, ha ido desinflándose.

Y es que, pese a definirse como “nacionalistas” poco o nada fundamentan su acción política en ello. Es prácticamente imposible encontrar declaraciones de dirigentes viejos o nuevos en las que se refieran a Andalucía como nación o como país, y se limitan siempre a “pueblo andaluz” o a “nuestra tierra” , y de hecho, en ese análisis que hacen unos y otros de la situación actual del partido, sólo hablan de andalucismo, no de nacionalismo... lo que para ser un partido nacionalista es bastante curioso... cuando menos.

El propio Antonio Jesús Ruiz fue invitado a dar una conferencia en el Foro Nueva Economía, y eligió a Javier Aroca -un señor que era del PA y se vendió al PSOE a cambio de un estupendo cargo... eso sí, muy conocido por sus colaboraciones tertulianas- para que le presentara. Pues verán, Aroca habló de “la nación andaluza”, de “nuestro país, Andalucía”, se definió como nacionalista andaluz sin complejos... mientras que el conferenciante no usó esos términos en ningún momento -y era secretario general de un partido nacionalista andaluz y candidato a la presidencia del Gobierno autonómico- y sólo en la última pregunta del público se atrevió, dubitativamente a decir que “para nosotros Andalucía es una nación”. ¡A ver empezado por ahí, hombre!

El fracaso del PA tiene dos planos relacionados, y uno es ese, que sus dirigentes o no se creen el nacionalismo, o siguen pensando que ocultarlo es la manera de ganar votos. Es justo lo contrario, al PA sólo le queda radicalizar su mensaje nacionalista ya que moderarlo no le ha llevado más que al hundimiento, por que como señalábamos, no le queda más que eso.

Tras ese plano ideológico -que es más amplio, y debería conllevar reivindicaciones clave como la territorial, el legado morisco, y otras cuestiones identitarias- está el estratégico, el electoral.

Las elecciones son el termómetro que indica la receptividad de la gente ante tu mensaje. El PA ha sido sistemáticamente machacado por los medios bajo control socialista, precisamente por lo dicho, y es que ante el electorado eran similares, con la diferencia de que éstos eran sólo andaluces y los otros respondían a las directrices de Madrid, y que unos estaban hundidos en la corrupción y los otros no. Por tanto no eran adversario si no enemigo.

Al PA lo votaba cualquiera que no quería hacerlo a la derecha -PP- que tampoco se sentía un radical de izquierdas -IU- y estaba harto de la corrupción y el nepotismo -PSOE-, pero desde que salen otras opciones como Podemos y Ciudadanos, esos electores han encontrado otro sitio donde depositar su papeleta, y es que sencillamente ni eran nacionalistas ni eran andalucistas.

Por tanto, extirpados esos votantes, los únicos que le quedan al PA son los nacionalistas, los que siguen demandando una formación soberanista, y si no responde a esa realidad, acabarán en otra.

Los dirigentes del PA deberían asumir que el fracaso es suyo, por no haber sido capaces de hacer de ese partido un instrumento para "liberar al pueblo andaluz mediante la construcción del poder andaluz"... por que si no identifican de qué o de quién hay que “liberarnos” ni en qué consiste un auténtico “poder andaluz”, pues mal vamos. Y es que no vale sólo hablar de “nacionalismo”, si no de explicar a los andaluces por qué Andalucía está como está, y porqué la respuesta es un autogobierno real, la soberanía, y no la delegación de competencias de arriba hacia abajo.

El nuevo proyecto político debería dejar claro todo eso. Lo primero, que es un proyecto nacionalista, con toda la carga que eso conlleva; además debe dejar claro de qué hay que “liberar al pueblo andaluz”, y por último cual es el proyecto de “poder andaluz” que propone.

En otros territorios hay nacionalistas que defienden la economía liberal, y coinciden con los que defienden el comunismo o el socialismo, en la necesidad de establecer estructuras de construcción nacional, precisamente por que entienden que “lo primero es lo primero, y luego lo demás”. Por eso, el nuevo proyecto -si es refundación o no- debe estar siempre abierto a la alianza con otras organizaciones nacionalistas con las que establecer líneas estratégicas de acción.
Es una información de noticiasdealmeria.com:..

Rafael M. Martos

Editor de Noticias de Almería

Periodista. Autor de "No les va a gustar", "Palomares en los papeles secretos EEUU", "Bandera de la infamia", "Más allá del cementerio azul", "Covid19: Diario del confinamiento" y la novela "Todo por la patria"