Anoche, el Auditorio Maestro Padilla de Almería se transformó en un auténtico cabaret de los años 20, acogiendo el espectáculo ‘Chicago Life’, una producción de la Broadway Theatre Company, que forma parte del programa de primavera del Área de Cultura, Tradiciones y Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Almería. Este evento ha sido posible gracias a la colaboración con DGB Producciones.
La compañía brilló por la espectacularidad de sus coreografías y su técnica escénica, ante un público entregado que no dudó en aplaudir cada actuación. Bajo la dirección artística del reconocido Pedro Pomares, el montaje ofreció una clase magistral de teatro musical, combinando dramatismo, sátira y una impecable técnica escénica.
Un enfoque didáctico sobre los locos años veinte
Inspirada en el célebre musical ‘Chicago’, esta versión mantiene el espíritu ácido y seductor del original, pero añade un enfoque más didáctico que guía al espectador a través del contexto histórico y social de los locos años veinte. La producción española logra ser fiel al estilo Broadway sin perder su identidad propia.
El argumento sigue al carismático locutor e influencer Tony Zuko, quien llega a Chicago y ve cómo su vida da un giro inesperado tras conocer a Daisy Green, una estrella brillante del local. Sin embargo, no todo es glamour, ya que ‘The Magic Dwarf’ enfrenta serias dificultades financieras que amenazan su cierre definitivo. A medida que avanza la trama, el público se sumerge en una apasionante historia llena de amor, desamor, amistad y momentos tanto conmovedores como divertidos.
Un elenco destacado y una puesta en escena cautivadora
Luis Amando, prestigioso actor de musicales, interpreta a Billy Flynn, el abogado defensor más carismático y cínico de Chicago. Su presencia escénica, impecable dicción y control vocal le permiten dominar el escenario. El elenco, compuesto por intérpretes de primer nivel, destacó por su cohesión coral y potencia vocal.
Desde un punto de vista escenográfico, ‘Chicago Life’ opta por un minimalismo elegante con estructuras móviles que permiten que la acción fluya sin interrupciones. La iluminación juega con claroscuros y destellos en rojo y blanco para resaltar la ambigüedad entre glamour y crimen.
Vestuario deslumbrante que acompaña la narrativa
El vestuario también juega un papel crucial en esta producción; fiel al estilo cabaret, deslumbra con lentejuelas, plumas y tonos negros y dorados evocando la estética Art Decó. Cada cambio de vestuario acompaña el arco emocional del personaje, sirviendo como herramienta narrativa además de adorno.
En definitiva, bajo la dirección de Pedro Pomares y gracias al talento de Luis Amando junto a su elenco, esta producción se convierte en una experiencia escénica sobresaliente que dejó al público con una sonrisa en los labios y reflexiones críticas en la mente. El aplauso final fue más que merecido.
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