Ha aumentado la criminalidad en la provincia, pero si leen ustedes lo que nos mandan desde la calle Arapiles, lo que se ha aumentado es el número de agentes que nos defiende. Gádor, Pechina, Roquetas, Vera, Retamar, Adra están más seguros ahora. ¿De verdad?
Nos podemos quejar de la falta de trenes, de las averías que padecen, del cambiador de vías, de los túneles, de las que no se reabren en el norte de la provincia, de los cercanías que no reciben contestación, y, para qué seguir con la matraca del Ave. Digamos lo que digamos, sea la Mesa (la veo cada día más enfadada con los socialistas, ojo, que le pueden decir que se han convertido al facherio en cualquier momento), los empresarios reunidos en la provincia, o los medios, al día siguiente de hacerlo saldrá el político de turno diciendo, o dando a entender que todo lo dicho por estos sectores de la sociedad almeriense es un bulo, una falta a la realidad, una media verdad, cuando no una mentira completa. Solo tenemos que oír a Pedro Sánchez sobre la corrupción: Ellos nunca. El Psoe es un partido limpio, honesto y se toma muy en serio a los que la cometen. Nos hacen un canto al buen panorama social que está viviendo nuestra provincia, no en la sanidad, donde está mandando el Pp, junto a los cientos de millones que lleva invertido el gobierno de Sánchez, o la seguridad que se vive en las calles de nuestros pueblos y ciudades. Las mordidas de Ábalos y Cerdán no pararán las obras del Ave, te jura Martín. Soler tenía más cuajo político, te gustara o no.
Recuerdo hace años la creación de grupos de agricultores en el campo para defender sus cosechas. ¿Estamos cerca de la creación de algo parecido por parte de los vecinos? A uno no le extrañaría. Nos anuncia que vienen más Guardias Civiles… ¿Dónde están? En el campo la gente está harta, don José María, hable con los pueblos del interior, desaparecieron a cientos los kilos de naranjas la pasada temporada, y no quieren volver a vivir la misma campaña, en los invernaderos el robo es diario, pero ustedes nos dicen que todo va mejor. Cuatro guardias civiles a caballo, y ya tenemos el séptimo de caballería contra los indios. Lo que disfrutaba uno de pequeño en el gallinero del cine Hesperia, viendo la llegada del séptimo contra aquellos pobres indios que se defendían con flechas ante los rifles de los azules.
Lo más grave es que a estos políticos, y a los chiringuitos montados, dicen que son para defender a las clases vulnerables, a las mujeres, que se lo digan a la familia de la mujer asesinada en la Mojonera, dejando cuatro hijos huérfanos de madre, la quemada en Retamar. O a las mujeres a las que tocaba el culo el pequeño Errejón, o tirarlas sobre la cama y enseñarles el miembro, o las estudiantes de las que intentaba aprovecharse Monedero, o de las que se cambiaban Ábalos y Koldo. Todo les da igual, son unos artistas a la hora de vivir con la mentira. Juegan con el dinero aportado, las estadísticas y los números, más bien los manipulan, para presentar la cara buena ante los ciudadanos. Y el enamorado manda una nueva carta a sus militantes, en la que la culpa de todo la tiene el Pp.
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