En diversas ciudades de España, miles de personas se han congregado para conmemorar el Día del Orgullo, bajo el lema "ni un paso atrás". Este evento ha sido un espacio para la reivindicación de la diversidad sexual y la demanda de una ley de derechos LGTBIQ+ en Castilla y León.
En Valladolid, alrededor de un millar de manifestantes recorrieron las calles, expresando su apoyo a la igualdad y la aceptación. La celebración no solo se limitó a esta ciudad; otras localidades también se sumaron a las festividades, reflejando un amplio respaldo social hacia los derechos del colectivo LGTBIQ+.
Reacciones políticas y sociales
Entre los asistentes, se destacó la presencia de figuras políticas que han mostrado su apoyo a estas causas. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aprovechó la ocasión para celebrar los 20 años de la legalización del matrimonio igualitario en España. En sus declaraciones, enfatizó la importancia de continuar avanzando en derechos y libertades para todos los ciudadanos.
Por otro lado, el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, también hizo eco de este mensaje al afirmar que "no se puede discriminar a nadie". Estas palabras resonaron entre los participantes, quienes buscan un futuro donde la diversidad sea plenamente aceptada y respetada.
Un llamado a la acción
La jornada ha servido no solo como una celebración, sino también como un recordatorio de los desafíos que aún enfrenta el colectivo LGTBIQ+. Las demandas por una legislación más inclusiva y efectiva son cada vez más urgentes. Los manifestantes han dejado claro que seguirán luchando por sus derechos hasta lograr una sociedad más justa e igualitaria.
A medida que avanza el evento en diferentes lugares del país, queda patente que el espíritu del Orgullo trasciende fronteras y continúa siendo un símbolo poderoso en la lucha por la igualdad y el reconocimiento pleno de todas las identidades sexuales.
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