El ciclo de actividades ‘Almería Unida contra la Violencia de Género’ concluyó con una destacada intervención de Miguel Lorente, profesor titular en la Universidad de Granada y especialista en Medicina Legal. En su charla titulada ‘Masculinidad, Negacionismo y Violencia’, Lorente abordó los peligros que surgen de la combinación de estos conceptos, advirtiendo sobre sus implicaciones para la sociedad actual.
Durante su exposición, Lorente explicó que la masculinidad, lejos de ser un concepto aislado, está intrínsecamente ligada a negaciones culturales fundamentales. “La masculinidad se construye sobre dos negaciones básicas: ser hombre implica no ser mujer y negar la igualdad”, afirmó. Esta construcción cultural fomenta estereotipos dañinos que perpetúan la idea de que las mujeres son inferiores a los hombres.
Un llamado a la reflexión sobre el machismo
La vicerrectora de Igualdad, Inclusión y Compromiso Social de la Universidad de Almería, Maribel Ramírez, introdujo a Lorente agradeciendo su constante disposición para colaborar en iniciativas que promueven una sociedad más equitativa. Ramírez destacó su trayectoria en el Consejo Asesor de Brecha de Género del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, subrayando su autoridad en el análisis de las raíces de la violencia de género.
En este contexto, Ramírez resaltó que esta conferencia cierra un ciclo significativo dentro del compromiso institucional por erradicar la violencia de género. La actividad ha sido considerada como una pieza clave en la programación del 25N, simbolizando el papel transformador que debe jugar una universidad comprometida con la formación y sensibilización social.
Negacionismo y violencia estructural
Lorente también hizo referencia al ámbito político al mencionar al eurodiputado polaco ultraderechista Janusz Korwin-Mikke, conocido por sus declaraciones misóginas. Según el experto, “la negación generada por esta construcción cultural se basa en una falacia”, lo cual lleva a ciertos sectores a emplear el negacionismo como estrategia para proteger sus modelos sociales ante cuestionamientos.
Apoyándose en el antropólogo francés Didier Fassin, Lorente argumentó que “el negacionismo es una estrategia para evitar verdades incómodas”. Su análisis se centró en cómo la violencia de género es una manifestación estructural que sostiene un sistema basado en negaciones. En este sentido, enfatizó que los avances hacia políticas igualitarias son percibidos por algunos como ataques a un orden establecido.
Cambio generacional y normalización de la violencia
El conferenciante alertó sobre un preocupante retroceso entre los jóvenes, quienes han adoptado actitudes más machistas. Cifras recientes del Centro Reina Sofía indican un aumento del 15% al 19% en el número de chicos que minimizan la violencia dentro de las relaciones sentimentales. “Están integrando y aceptando formas de violencia”, advirtió Lorente, citando experiencias personales donde mujeres justifican abusos como algo habitual.
A su juicio, este fenómeno representa una grave problemática social. “Hemos asumido ciertas realidades pensando que el tiempo resolvería todo; sin embargo, el tiempo puede ser utilizado por políticas conservadoras para mantener el statu quo”, reflexionó. La idea central detrás del machismo renovado es que “si somos lo que hemos sido, debemos seguir siendo lo que somos”, un mensaje que busca perpetuar estructuras sociales obsoletas.
Un cierre esperanzador para un ciclo educativo
Lorente concluyó su intervención subrayando la importancia del cambio profundo necesario para desmantelar las construcciones culturales androcéntricas. Ante un público numeroso, incluidas figuras relevantes como Inmaculada López, directora de la Unidad de Igualdad, se valoró positivamente esta conferencia como parte integral del esfuerzo por sensibilizar y educar sobre temas críticos relacionados con la igualdad y los derechos humanos.
Este evento marcó el cierre brillante del ciclo ‘Almería Unida contra la Violencia de Género’, dejando claro que las actividades realizadas durante estas semanas han buscado calar hondo tanto en la comunidad universitaria como en la sociedad en general.
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