Dos años buenos para España

A pesar de todos los problemas todavía latentes, especialmente el alto nivel de desempleo, creo que objetivamente podemos decir que estos dos primeros años del Gobierno presidido por Mariano Rajoy han resultado muy positivos para España. De entrada, porque ha mantenido intacta nuestra capacidad de decidir y actuar económicamente al evitar un rescate que, incluso, llegó a ser pedido por la izquierda que empeoró la situación de la crisis global empujándonos al borde del precipicio. Ahora se habla de otras cosas, pero no del rescate. Tampoco de la prima de riesgo, que de haber llegado a presentar unas cifras de verdadera alarma se ha reconducido hacia unos ámbitos de normalidad que nos permiten tener una actividad exportadora y afrontar el pago de la enorme deuda en condiciones mucho más razonables. Después de que el gobierno del PP haya asumido la incómoda, pero necesaria tarea de llevar a cabo la corrección de los desequilibrios más graves, comenzamos a ver que ese esfuerzo empieza a dar frutos, por lo que el año que viene tendremos una España ya en crecimiento y que podrá empezar a salir de verdad de la crisis, con un crecimiento que se traduzca en empleo. Y ello no hubiera sido posible sin la capacidad de sacrificio y compromiso de las familias y las empresas españolas protagonizando un esfuerzo que, sumado al rumbo claro y la determinación de un Gobierno como el de Mariano Rajoy, ha sido capaz de apuntar el cambio de dirección que requería la situación de España cambiando muchas cosas que no funcionaban. No olvidemos que cuando, hace ahora dos años, los españoles otorgaron al Partido Popular y a Mariano Rajoy la capacidad de gobierno suficiente como para enderezar el rumbo al que nos había conducido el PSOE, España era un país en estado crítico. Desde entonces, en el PP estamos trabajando para salir de la crisis que nos dejaron los mismos socialistas que ahora quieren dar lecciones de economía. Y como ha dicho el presidente Rajoy estos días, aún queda mucho por hacer, pero todos los indicadores señalan que vamos en buena dirección, que hemos hecho lo que debíamos y que la salida de la crisis está cada vez más cerca.