Un incidente que comenzó como una supuesta infracción de tráfico en Aguadulce acabó convirtiéndose en una peligrosa persecución por las calles del municipio almeriense. Los hechos ocurrieron en la madrugada del pasado jueves, cuando una patrulla de la Guardia Civil intentó detener a un motorista en las inmediaciones del puerto deuna doble infracción: circular utilizando el teléfono móvil y no respetar una señal de stop.
Según fuentes cercanas a la investigación, el conductor, en lugar de detenerse ante las indicaciones de los agentes —que incluían señales luminosas, acústicas y avisos por megafonía—, optó por acelerar la marcha en dirección al Paseo Marítimo, iniciando una huida que puso en riesgo a transeúntes y a los propios efectivos.
La persecución se prolongó durante varios minutos hasta que el individuo, al verse atrapado en una calle sin salida, intentó girar bruscamente la motocicleta —una Suzuki UH 125— para escapar en dirección contraria, acercándose peligrosamente a los agentes. Fue entonces cuando uno de los guardias civiles utilizó su arma eléctrica en un intento de frenar al sospechoso. El primer disparo no surtió efecto, pero un segundo logró desestabilizar al conductor, que cayó al suelo.
No obstante, el arresto no fue inmediato. El individuo reaccionó de forma agresiva e intentó escapar a pie. Durante su huida descendió por unas escaleras conectadas al Paseo Marítimo, arrastrando consigo a uno de los agentes, lo que provocó una caída de aproximadamente cinco metros por una pendiente. A pesar del golpe, la persecución continuó a pie hasta la calle Islas Feroe, donde fue finalmente interceptado con la ayuda de refuerzos. Ante la actitud violenta que mantenía, los agentes se vieron obligados a utilizar spray de defensa personal para lograr su inmovilización.
Ya bajo custodia, el detenido comenzó a golpearse repetidamente contra la mampara del vehículo oficial, autolesionándose de forma severa. Posteriormente fue trasladado al servicio de urgencias de Roquetas de Mar, donde volvió a mostrar un comportamiento violento, lo que quedó recogido en el parte médico. El agente que resultó herido en la caída fue atendido en el mismo centro y más tarde trasladado al Hospital de Poniente, donde se le está evaluando por una posible fractura en el hombro.
El individuo, de nacionalidad marroquí y sin domicilio conocido, fue arrestado como presunto autor de varios delitos, entre ellos conducción sin permiso, atentado contra la autoridad y resistencia grave.
Desde JUCIL, la asociación profesional mayoritaria en la Guardia Civil, se ha activado el protocolo de apoyo legal al agente lesionado. En un comunicado, la organización ha denunciado el creciente número de agresiones a guardias civiles en determinadas zonas, especialmente en la provincia de Almería, que aseguran es la que registra más casos actualmente. Además, han reiterado su petición de que se reconozca la profesión de los guardias civiles como de riesgo, reclamando mayores garantías jurídicas y materiales para quienes velan por la seguridad ciudadana.