Ahora que las elecciones autonómicas andaluzas han sido convocadas a instancias de Ciudadanos, nos vamos a hartar de ver encuestas, y como en todas las que hemos venido contemplando en el último año, los autores y los analistas harán la sencilla suma de “la derecha a un lado y la izquierda a otro”.
Es muy poco serio que a estas alturas los gráficos demoscópicos coloque unidos los posibles escaños del PP y los de Ciudadanos, cuando eso, sin dejar de ser una posibilidad, es la más remota de las posibles.
En Andalucía, Susana Díaz ha sido presidenta del Gobierno gracias al voto de Ciudadanos, una formación liderada por un exsocialista, y que prefirió darnos cuatro años más de PSOE en vez de propiciar un cambio de rumbo tras cuatro décadas de lo mismo.
Pero hay más, como que fue Albert Rivera quien firmó apoyar a Pedro Sánchez como presidente de Gobierno antes de que siguiera siéndolo Mariano Rajoy, y posteriormente se abstuvo para permitir que alcanzara el puesto, en vez de votar en contra.
No es menos cierto que en otras instituciones –otras Comunidades, ayuntamientos…- han estado o están en manos del PP gracias a Ciudadanos, pero visto lo anterior, es absolutamente erróneo considerar que son aliados. PP y PSOE son dos formaciones opuestas, al menos formalmente, y en Ciudadanos son unos convenencieros, lo cual no es ni malo ni bueno… es lo mismo que hacen los demás, actúan según su propio interés en cada lugar, por lo que puede dar o recibir con unos o con otros.
Ciudadanos son unos convenencieros, lo cual no es ni malo ni bueno… es lo mismo que hacen los demás, actúan según su propio interés en cada lugar, por lo que puede dar o recibir con unos o con otros..
De hecho, ha sido Ciudadanos quien ha abocado a la convocatoria de las elecciones autonómicas, y lo ha hecho cuando a ellos les ha interesado.
A ver si no, cómo se entiende que después de llevar tres años asegurando Juan Marín que ellos, y solo ellos, habían introducido rebajas de impuestos, mejora de servicios públicos, transparencia… que le habían doblado el brazo al PSOE, obligándoles mediante un pacto de gobierno reeditado en cada acuerdo presupuestario, resulte que de repente descubren que el pacto de gobierno no se ha cumplido, que los acuerdos presupuestarios tampoco, que la transparencia tampoco, que se suben impuestos, que los servicios públicos no funcionan… ¿ahora se han enterado? ¿en serio?
¿No será que han visto que las encuestas le son propicias, que el PSOE está afectado por su fragilidad en el Gobierno central, que el PP está intentado recomponerse de unas primarias que dejaban debilitado, sobre todo tras caer Juanma Moreno del lado de los perdedores?
Habrá que ver en las futuras encuestas andaluzas, si los especialistas ponen a Ciudadanos en el lado del PSOE o en el del PP, e incluso, si hipotéticamente ganara Ciudadanos, si contaría para formar gobierno con el PSOE o con el PP.
Y respecto a Adelante Andalucía, es decir, Podemos más Izquierda Unida, dos formaciones supeditadas a lo que se decida desde Madrid y a la estrategia de Pablo y Alberto, y en las que se han dado un toque verdiblanco humillando a organizaciones andalucistas deseosas de pisar moqueta, ocurre lo mismo. Se les suele colocar en el lado del PSOE, pero la verdad es que aquí, en Andalucía, bloquearon la legislatura mes y medio para no dar su voto a Susana Díaz, quien, hay que recordarlo, tampoco les quería, de ahí que no hubiera acuerdo. No fue que Podemos no quisiera apoyarla, es que ella tampoco quería contar con ellos.