Almería está a la cabeza de este país que se llama todavía España (a la espera de lo que haga con ella Sánchez el guapo-malo, Pumpido el feo y el fiscal, feo también según mi señora e imputado), en lo tocante a agresiones a la Guardia Civil. No me digan que no es un buen galardón para aquellos a los que les gustan los okupas, los corruptos, los chorizos, los racistas, los narcotraficantes, los de las petacas, sin olvidar a los criadores de maría en pisos o cortijos, pasando por los pederastas, los violadores, los consumidores de cocaína con el dinero de todos los españoles, así como los que abren paradores en noches de pandemia, compran mascarillas de manera ilegal, o se dedican a adjudicar contratos a empresas en las que mandan ellos o sus familiares, las agresiones y ataques a los miembros de la Guardia Civil.
–No cree que se le quedan algunos entre las teclas.
–Serían tantos, pero está bien recordar a los que se llevan el dinero de los ciudadanos a paraísos fiscales.
Todo este variopinto mundo que forma parte de la sociedad española y almeriense, tiene que sentirse feliz cuando se enteran de que nuestra provincia está a la cabeza a la hora de cometer ataques contra los miembros de la benemérita. Una medalla que algunos lucirán orgullosos, y hasta brindarán con burbujas como hacían en Cataluña cuando Eta asesinaba. ¿Cómo se siente el gobernador civil de la provincia y secretario provincial del Psoe, señor Martín? ¿A qué parte de la sociedad pertenece, a los que quieren destruir a la Ocu, a los que agreden a la Guardia Civil, o a los que sienten la soledad en la que están ellos y estamos los ciudadanos ante esos delincuentes que agreden impunemente?
En estas últimas semanas que hemos vivido (duras semanas, ciertamente), algunos miembros de su partido, desde las más altas instancias del poder, no han dado muestras de tener muy claro en qué lugar de la sociedad se sitúan, si en la parte de los que se alegran de las agresiones a los miembros de la benemérita, que están en su derecho de hacerlo, todavía somos un país libre, ya veremos si por mucho tiempo gracias a los socios del guapo de Moncloa, o de parte de aquellos que ponen su confianza en este cuerpo, y que sienten la situación por la que están pasando con las agresiones sufridas en estas tierras. Esa Almería que nos canta el señor Martín como una provincia tranquila, ¡coño, y tan tranquila don José María!, estamos a la cabeza de todo el país en lo que a ataques contra uno de los cuerpos de seguridad ciudadana.
Han venido jóvenes guardias civiles a la provincia en los últimos días, nos alegramos, falta nos venían haciendo, aunque en los pueblos pequeños y del interior, no se ha notado ese aumento, espero que algún lo sea, pero eso no quita que sigamos a la cabeza en lo que a agresiones a la benemérita se refiere. Un amigo en Roquetas me cuenta que desde la calle Arapiles nos cantan de la misa la mitad, y no es ni sacristán.
Pd. El pasado sábado por la plaza del pueblo cuando el reloj marcaba las once de la noche, vimos pasar un coche de la Guardia Civil. Gracias, José María. ¿Cuándo volveremos a ver otro?