Hay que ser muy atrevido o atrevida para negar que hayan llegado fondos Next de la Unión Europea para agua y agricultura a nuestra provincia. Cuando se afirma algo así por parte del Partido Popular, me pregunto qué es lo que se persigue mintiendo de esa manera. Sobre todo, cuando los agricultores están viendo con sus propios ojos el progreso de las obras que lleva a cabo el Gobierno de España en sus comunidades de regantes.
Esta semana hemos sido testigos de excepción de algunas de las actuaciones que se están ejecutando para modernizar regadíos en el alto Almanzora, Antas, Huércal-Overa y Cuevas del Almanzora, que cuentan con una inversión de 91 millones de euros y de las que se van a beneficiar más de doce mil regantes que cultivan casi treinta y dos mil hectáreas.
Estas obras, que hemos visitado junto a la secretaria de Estado de Agricultura y Alimentación, así como el resto que se están realizando, se enmarcan en el programa para la mejora de la eficiencia y la sostenibilidad en regadíos, que está incluido en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, y financiadas por lo tanto con fondos europeos.
El Gobierno de Pedro Sánchez ha demostrado con creces el compromiso que tiene con nuestra tierra, poniendo en marcha más de una decena de proyectos de este tipo. De hecho, somos la provincia andaluza más beneficiada con obras e inversiones que, en muchos casos, suponen la construcción de balsas para que los regantes tengan garantizada el agua para sus cultivos a largo plazo. También para reducir el consumo de agua y de energía, así como para aprovechar fuentes no convencionales como las aguas depuradas y las desaladas, lo que reporta un beneficio medioambiental añadido gracias a la reducción de la extracción de aguas subterráneas.
La inversión que se está realizando es sencillamente extraordinaria; no sólo en regadíos, sino también en las actuaciones previstas para aumentar en 70 hectómetros cúbicos la producción de agua desalada. Ahí también juegan un papel importante los fondos europeos con la financiación de plantas fotovoltaicas que reducirán el consumo de energía y, por consiguiente, el precio del agua.
Sólo hay que echar la vista atrás para ver de dónde partíamos con el Partido Popular para entender por qué se empeña la derecha en hablar mal de lo que se está haciendo bien. No quieren reconocer los avances y el progreso que llegan de la mano del Gobierno de Pedro Sánchez. No soportan no tener el poder, no admiten que sean otros los que gobiernan.