Una encantadora plaga de sonrisas, cánticos a coro y muchas ganas de bailar. Así se resumen las sensaciones de anoche en el Recinto de Conciertos del Ferial que abrió sus puertas por primera vez en esta Feria de Almería 2023 con la primera de las dos jornadas ‘de abono’ de la sexta edición de Cooltural Fest, el festival que organiza Crash Music junto al Área de Cultura, Tradiciones y Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Almería. Un evento que, a tenor de lo rubricado anoche, se ha convertido en uno de los grandes generadores de felicidad colectiva para la ciudad que, junto a un buen número de ‘coolters’ venidos de la provincia y de otros puntos de España. En el escenario principal, por orden de intervención, los protagonistas fueron Alice Wonder, Amaia, Fangoria, Lori Meyers, Arde Bogotá, Cariño y Amatria. En el segundo escenario, Ultraligera, Morreo, Ainoa Buitrago, Besmaya, Kora y Samuraï. En la carpa de Djs, Desorden Sonoro Djs, Eddie Mizake y Taao. Como denominador común, las ganas de disfrutar por todo lo alto.
Sin duda que el trío que más público congregó en este asalto de viernes fue el formado por Lori Meyers, Arde Bogotá y Fangoria. Y hay que destacar que todos los conciertos del escenario principal contaron con las medidas accesibles a cargo de la Fundación Music For All.
La banda granadina, con un entregado Noni al frente, sacó a pasear una buena dosis de su colección de himnos cosechados en sus ya 25 años de prolífica trayectoria. Una carrera en la que siempre han contado con la base sólida de un público muy fiel, que ayer se dejó la garganta y sudó la camiseta como la propia banda, como “Seres De Luz” en “Luces De Neón”. Siempre en una combinación interesante de buenas guitarras, melodías accesibles y un ligero toque de psicodelia pop, la banda continuó su senda con “Planilandia” y una más reciente “Punk”, donde ironizan con las nuevas imposiciones de la música en cuanto a redes o formatos clonados. Volvieron a los clásicos con “Luciérnagas y Mariposas” o “No Merecía La Pena”, no sin antes ofrecer una de las sorpresas del día al invitar a cantar a Kora (que actuaría después en el segundo escenario) el tema “No Merecía La Pena”. Con un buen despliegue audiovisual, “Siempre Brilla El Sol” y “Hacerte Volar” acercaron a la catarse final con la rumbosa y cantinera “Emborracharme”, la majestuosa melodía de “A-Ha Han Vuelto” y las hímnicas, ya para más de una generación, “Mi Realidad” y “Alta Fidelidad”.
Tras Lori Meyers era el turno para una de las bandas en mayor trayectoria ascendente que se recuerda en este circuito: Arde Bogotá. El grupo de Cartagena está creciendo de manera apabullante y así ha ido dando fe Cooltural Fest ya que contó con ellos en los conciertos de medidas sanitaria por la pandemia de Cooltural Go, el año pasado en un horario diurno en el Recinto Principal y, anoche, en pleno ‘prime time’. Su secreto son dos discos donde reavivan y azuzan las cenizas del rock para incendiar con guitarras pesadas y afiladas, bases rítmicas contundentes y una voz muy característica que se mueve en tonos graves y una profundidad que recuerda a su vez a algunos mitos del rock más oscuro. Salieron a morder de primeras con “Los Perros”, sobre el que gira conceptualmente su segundo álbum, y la triunfal “Abajo”, una de las gemas de su primer disco. Pero entre tanta furia urgente se desliza la sensualidad de canciones como “Besos y Animales” y “El Beso”. Pulsión de juventud y energía desmedida con visiones críticas como en “Qué Vida Tan Dura” y “Millennial”. Por suerte, su música se hace “Veneno” como si fuera “La Salvación”. Hechuras por momentos entre los primeros Arctic Monkeys, The Stroke, Muse o el Bunbury de los tiempos de Héroes del Silencio, Arde Bogotá siguió su rutómetro como “Cowboys De La A3” y realizó una breve despedida ficticia tras mirar a los cielos en “Escorpio y Sagitario” y baremar entre “Virtud y Castigo”, cantada durante minutos a coro por el público. Para los bises, “Exoplaneta”, una furiosa “Antiaéreo” y “Cariño” cerraron una descomunal actuación más.
Antes de Lori Meyers y Arde Bogotá el público ya venía rendido a la magia y carisma de otro de los platos fuertes de la velada como es Fangoria. Alaska y Nacho Canut siguen siendo efectividad pura a la hora de escribir canciones que se mueven entre la condena divina, el carpe diem, la fuerza personal y los juegos conceptuales. Todo ello con un fuerte tapiz de música electrónica cada vez más contundente y siempre actualizada. Porque ese es uno de los grandes secretos de la eterna juventud en la que se mueve el dúo y el resto de su banda, renueva los arreglos de las canciones y su sonoridad como aquello de la sangre de los Stones en Suiza. Y aunque en esta ocasión sólo hubo dos concesiones a los tiempos pretéritos, el ritmo del concierto no decayó un momento desde el inicio con “Fiesta En El Infierno”, “Iluminados”, “Electricistas” y una celebrada “Espectacular”, que terminó de enganchar al público a un espectáculo de luz, sonido y baile incontestable y el apoyo sonoro de las cuerdas de Jesús Horror y Rafa Spunky. De hecho, tras “Mi Burbuja Vital” el Recinto se convirtió en una gran rave de intensidad y potencia con “Dem Beats” antes de ofrecer una renovada versión de “Bailando”, con guiño previo a “En El Coche”, de Aitana. Con varios cambios de vestuario. “Retorciendo Palabras”, “Geometría Polisentimental” y “Dramas y Comedias” acercaron a un final mítico y apoteósico con “Ni Tú Ni Nadie”, una buena versión del “Héroes” de David Bowie y “A Quién Le Importa”.
Amaia y Alice Wonder, dos voces mágicas
La tarde tuvo nombre de mujer y por partida doble. Alice Wonder y Amaia fueron las dos primeras en pisar el escenario principal y ambas haciendo gala de un blanco impoluto y límpido, acorde con la personalidad de unas voces realmente mágicas.
Estaba claro que el paso por Operación Triunfo se le quedaba pequeño y cabe dar por hecho que el talento de Amaia hubiera acabado llegando al gran público por igual sin la plataforma televisiva. Con una seguridad escénica impropia de su edad, arrancó con una aparente timidez en “Bienvenidos Al Show”, sin parafernalias de entrada, tan sólo caminando y con un breve y sonriente “¡Hola!”. No hace falta más cuando las canciones son las que elevan el vuelo: “Dilo Sin Hablar”, “La Vida Imposible”, “El Relámpago” o la asiática “Yamaguchi” dan fe de ello. Incluso se permite llevar a su terreno con la misma solvencia a artistas dispares como Bad Gyal en “Fiebre”, Los Planetas en “Santos Que Yo Te Pinté” o “El Encuentro” de Alizz. “Quiero Pero No”, “Yo Invito” y “Quedará En Nuestra Mente” acercaron un final divertido y alocado con “Sexo En La Playa”, “Así Bailaba”, el tema de los payasos de la tele que ‘reactualizó’ junto a Rigoberta Bandini, y “La Canción Que No Quiero Cantarte” para terminar, con trazos de textos transgresivos, en esa explicitud poética que tan bien ha representado siempre Roberto Iniesta.
Por su parte, Alice Wonder tuvo la difícil misión de actuar con las puertas recién abiertas. Ese momento en el que se ve entrar al público que mira más alrededor para situar dónde se encuentra cada servicio y hacerse con el espacio que en mirar al escenario. Pero, claro, cuando se tiene el magnetismo de Wonder al final pasa lo que pasa, que lo que triunfa es la música. Y la madrileña, muy empática y simpática ayer, tiene la capacidad de brillar tanto en terrenos de suave y elegante electrónica como en baladas descarnadas y desgarradoras, entrando a veces en terrenos de la más pura canción de autor y, también, jugando entre el español y el inglés. Acompañada de Carlos Coronado a la batería y José Lázaro al bajo, regaló un par de temas inéditos, entre ya celebradas “Corazón Mármol”, “Sueño Raro” o “No Te Vayas”. Es en los ‘dramones’ donde Alice sigue moviéndose como pez en el agua y así lo plasmó en “Por Si Apareces” o “Yo Quisiera”, canción que presentó en sociedad en su participación en Benidorm Fest. El cierre llegaría con “La Droga Más Suave Del Mundo” y una animosa “¿Quién Soy?” que fue interrumpida en su coda salvaje para cumplir los horarios.
Cierre con Cariño y Amatria
El escenario principal contaría con Cariño y Amatria para cerrar la sesión de viernes. Cariño es un trío formado por tres amigas que con una densa y habilidosa capa de ironía siguen creciendo en una presunta despreocupación pero con las cosas muy claras. Pop y jovialidad con bases sólidas, guitarras de ascensión ligeramente punk y melodías y armonías vocales infalibles. Un nihilismo generacional entendido desde la desidia que se muestra en títulos como “Año De Mierda”, “:(“ o “Mierda Seca”, atreviéndose a versionar a C Tangana en “Llorando En La Limo” o marcarse una espídica sesión de tecnopop en “Canción De Pop De Amor” o “Tamagochi”.
Por último, Amatria es la banda liderada por Joni Antequera, compositor, músico y productor. Su búsqueda constante de nuevos sonidos le ha llevado a transitar terrenos que van del pop a la electrónica, pasando por sonidos más independientes e incluso latinos, incluso, en los últimos tiempos, haciendo “techno con lo cañí, música electrónica con tradiciones manchegas”. Es un buen ejemplo de la transversalidad de algunas nuevas propuestas que trascienden cualquier tipo de etiqueta, haciendo de la música una hibridación que, cuando se hace bien, es arrolladora. “Llámame Loco” le dirán algunos, pero cuando la originalidad “Vale Lo Que Vale”, al final el resultado es “Un Amor”.
Segundo escenario
Como es habitual en todas las ediciones de Cooltural Fest, el Recinto de Conciertos del Ferial también cuenta con un segundo escenario (Tanqueray 0.0) en el que la música en directo hace acto de presencia cuando acaba la actuación del escenario principal (Estrella de Levante). Así, por este enclave del recinto Cooltural pasarían ayer Ultraligera, Morreo, Ainoa Buitrago, Besmaya, Kora y Samuraï.
Ultraligera es una banda española de rock alternativo. Tras lanzar su primer Ep "Europa" y realizar una gira presentación por salas y festivales de todo el país, la banda se encuentra grabando su primer álbum mientras sigue anticipando singles. Una trayectoria rápida, fulgurante y enérgica, adjetivos que casan a la perfección con su directo, que les confirma como una referencia de rock de futuro. Capaces de combinar la velocidad de temas como “Mala Manía” o “Si Tú Supieras”, pasando por la lírica de “Europa”, o la ambivalencia de temas como “Mierda De Fiesta” o “Recuerdos del Baile” cumplieron su misión.
Morreo son se definen como pop contagioso, con la melodía por encima de todo. Un espíritu que Joseca y Germán llevan al extremo si tenemos en cuenta que uno de los temas celebrados anoche fue su particular versión disco-tropical de “Las 12”, de Ana Mena y Belinda. Buen humor, hedonismo, samplers de estiloso lo-fi y psicodelia al servicio del baile, como siguieron demostrando por rumbas con “Pansequito” o las más castiza todavía “Hola, Corazón”, y los ejercicios sixties de “Pesadilla Pop” o “Soy Un Rayo”.
Ainoa Buitrago sorprendió y se hizo un hueco en la escena de la canción de autor, con hechuras de pop internacional a las primeras de cambio, con su debut “La Ruta De Las Flores”, publicado en 2021. Desde entonces, su fama sigue en aumento porque los directos potencian aún más la nobleza y corazón que tienes sus canciones. “A Lo Lejos”, “Cómo, Cuándo y Dónde” o “Jaque Mate” son ejemplos recientes, aunque la mayor dosis de suspiros y voces al unísono serían con “Dispárame” o “Te Quiero”.
Aumentando la potencia, Besmaya sigue dibujando una estela de sorprendente vuelo ascendente, pasando en tres años de grabar su música en una habituación y compartirla en redes sin mayor pretensión, a firmar con Sony y empezar a pisar festivales de gran formato. El dúo de Javis (Echávarri y Ojan) hacen de la melodía su principal virtud, desde la principal a la armonizada de voces, pero con la habilidad de dotar a las canciones de un armazón de distorsión que hace que guste tanto al público pop como a los que necesitan esa pulsión eléctrica extra y un golpeo rítmico muy pautado. Las bailables “Tu Carita” o “Me Dará Igual” o la celebrada “Matar La Pena” fueron buena prueba de su capacidad.
Queriendo ofrecer una variedad de sonidos y propuestas amplia, la productora, DJ, cantaotura y multiintrumentalista Kora fue la penúltima en pasar sobre las tablas del segundo escenario. Un “bedroom pop” donde el “ambient” se mueven, según los momentos, por derivaciones de bossa, jazz o a veces rayano el trip hop, el break beat lento o incluso alguna que otra base de reggaetón, pero siempre en terrenos íntimos con temas como “Marte” o “Como Si Nada”.
Samuraï ha sido la encargada de cerrar este escenario. Confirmada en los últimos años como un nuevo soplo de aire fresco. Su estética combina con sus canciones de un aura luminosa, que viene cimentada en un lenguaje sencillo de una honesta empatía emocional. “Amor sin filtros”, como se autodefine, con temas que poco a poco han ido aumentando la velocidad, como ha demostrado en su reciente EP, “Artillería” del que dio buena cuenta en su actuación, sin olvidar temas como “Tirando Balas” o “Entre Tejados”.
A toda esta programación complementaria al escenario principal hay que sumar la carpa de dj’s Berlin Social Club, que en la jornada del viernes contó con doble sesión de Desorden Sonoro Djs, Eddie Mizake y Taao. Una fiesta completa para todo tipo de públicos y apetencias que vivirá el sábado una nueva y larga sesión en el Recinto de Conciertos del Ferial.