En un partido que prometía ser un desafío para ambos equipos, el Almería lamentablemente no pudo estar a la altura de las circunstancias. Desde el inicio del encuentro, el equipo no logró encontrar su ritmo y se vio constantemente bajo presión. La situación empeoró con una serie de infortunios, comenzando con la lesión de Luka Romero, quien tuvo que abandonar el campo en camilla tras un incidente fortuito con Marc Pubill.
Además, la expulsión de Bruno Langa dejó al Almería con diez jugadores, lo que permitió al Celta de Vigo aprovechar la oportunidad y marcar el primer gol. A pesar de los esfuerzos del equipo, la situación se complicó aún más con la lesión de Leo Baptistao, quien, a pesar del dolor, se vio obligado a permanecer en el campo debido a que los cambios ya se habían realizado.
El entrenador, Gaizka Garitano, quien confió en el mismo once que obtuvo un resultado positivo en el partido anterior, expresó su decepción por la falta de solidez defensiva de su equipo. A pesar de los intentos por reforzar el ataque con los cambios realizados, el Almería no logró encontrar su camino hacia el gol, y la derrota final fue un golpe duro para el equipo.
Después de una racha de tres empates consecutivos, esta derrota representa un revés para el Almería en su lucha por la permanencia, dejándolos con una brecha de 15 puntos. Aunque el equipo ha mostrado destellos de promesa en encuentros anteriores, será crucial que encuentren una mayor consistencia en su juego si esperan alcanzar sus objetivos esta temporada.