El currículo corrupto del gobierno
jueves 23 de septiembre de 2021, 13:43h
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Pasado el tiempo, convendría recordar que el Partido Socialista llegó al Gobierno de España tras una moción de censura impulsada por el actual presidente, Pedro I El Falso, anclada en la idea de que el PP era un partido corrupto hasta el tuétano y cuyo presidente, Mariano Rajoy, era la cúspide de tal gangrena corrupta. Han pasado ya tres años desde entonces y ni el Partido Popular ha sido condenado por corrupción, ni su presidente siquiera imputado ni ha habido más que hablar ni que escuchar sobre tal asunto.
Lo que sí hay es un partido, el PSOE, y un gobierno, el social-comunista, sumido en un escándalo tras otro, con sucesión de ministros y exministros imputados y relacionados con casos de corrupción y de irregularidades, sin que el ególatra de su presidente se inmute por unos u otros motivos.
Hoy por hoy, más allá de los tropiezos de otros ministros, tenemos a un exvicepresidente al que un dirigente de otro país acusa de corrupción, a un ex ministro de Transportes sobre el que recae la sospecha de unas maletas cargaditas de billetes del sospechoso rescate económico de una aerolínea a la que no le tocaba, una fiscal general del Estado cuya cabeza pide la judicatura casi en pleno, una delegada de Gobierno en Madrid pasando por encima manifestaciones presuntamente fascistas y contradiciéndose una y otra vez en las explicaciones, una exministra imputada por la llegada ilegal de un dirigente de otro país y al jefe de gabinete de ésta asegurando en sede judicial que es seguro que ésta no tomó tal decisión por su cuenta, porque “aquí no hay reinos de taifas”.
Como reflejo del más riguroso presente, y al margen de otros casos de los que ha transcurrido más tiempo y sobre los que aún hay mucho que decir y escribir, como los tres primeros ministros que le dimitieron a Pedro I El falso cuando aún casi no le habían puesto el nombre a las carteras, no está nada mal.
Ello por no hablar del partido, que sin ir mucho más lejos, tiene nada menos que dos ex presidentes, sí, sí; dos que han sido la cabeza visible de la organización y no hace 40 años sino en esta última década, condenados por corruptos; voy a repetir la expresión por su Susana Díaz no lo ha entendido; por corruptos.
La verdad es que si al Pedro Sánchez de 2018 le hubieran preguntado que había que hacer con un partido que presenta, en dos años, este currículo, seguramente habría pedido fusilamientos masivos al amanecer de mañana mismo. Pero claro, como diría Carmen Calva, otra qué tal, es que Pedro, entonces, no era el presidente del Gobierno.
Periodista, director de EsRadio Almeria y Radio Marca Almería
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