Hace años estábamos convencidos el noventa por ciento de los españoles de que hacienda éramos todos. Nos sacaban el dinero de los bolsillos, cierto, pero los servicios mantenían un nivel que garantizaba salud, educación, justicia y sobre todo ayudas cuando llegaban desgracias comunes, gotas frías, terremotos o atentados. No se conocían las corruptelas de hoy en día, no es que no se dieran, están en la génesis del ser humano y más si es político, pero no eran tan abrumadoras, no se gastaban nuestro dinero en putas, coca, viajes con sobrinitas y vacaciones con toda la familia pagado con nuestro dinero. Por lo visto les pagábamos hasta la viagra.
En estos días nos ha llegado la noticia de que nuestra paisana y ministra, María Jesús Montero, se ha gastado más de setecientos mil euros en un estudio para saber que impresión tienen hoy en día los ciudadanos ante el ministerio de hacienda. En el mismo se constata que se ha deteriorado la imagen que se tiene de ese lugar, oscuro y tenebroso, con el que nos mete miedo el estado, o de ese rincón desde el que se sustrae (hay quien le llama directamente robo) con premeditación y alevosía el dinero de los bolsillos de los contribuyentes. Hay que pagar a hacienda, en eso estábamos de acuerdo, pero antes, hace unos años, cuando más o menos se sabía el cómo y en qué se gastaban los políticos el dinero que les dábamos. No es el caso de los últimos tiempos que venimos viviendo.
Con Montoro, aquel ministro que tuvo Rajoy, el buenista, ya se empezó a comprobar que se trataba de sacarle el dinero al ciudadano como fuera, a trancas y barrancas, por las buenas o por las malas, con pistola o si ella, a punta de navaja albaceteña si hacía falta. Pero si nos faltaba por conocer a alguien que pudiera subir el listón, apareció la pareja Sánchez-Montero, Pedro y María Jesús, para que el ciudadano español se esté bajando de esa apreciación de que hacienda somos todos. ¡Y un mojón! Hacienda se ha convertido en el enemigo número uno de los ciudadanos. No de todos, no sea usted zipote, si es usted político y tiene el apoyo de la ministra, ministro o partido en el poder, encontrará algún inspector que deje sus papeles bien guardados en los cajones a la espera de que pase el tiempo y prescriba el delito.
¿A qué español no le gustaría en estos tiempos que vivimos engañar a hacienda? No levante la mano, no sea que la vea algún chivato de María Jesús y le vaya con el cuento, le pueden abrir una investigación a la mínima, y puestos a buscar, lo mismo le encuentran algo a su abuelo, o a ese cuñado que todos tenemos y que es, o lo parece, un poco lila. No lo diga, pero si puede, si tiene un buen asesor, a por ella, hacienda ha dejado de ser de todos, hoy es de María Jesús y sus mariachis, a los que les pagamos las juergas y hasta las gatitas de María del Mar.
Los jóvenes se rebelan contra hacienda, prefieren cobrar en B. Habrá que seguir la senda que nos abren.
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