La ciudad de Almería ha vivido un nuevo hito en la recuperación de su legado histórico con la inauguración de la remodelación de la cara sur de las murallas del cerro de San Cristóbal y la puesta en marcha de su nueva iluminación ornamental. La alcaldesa de Almería, María del Mar Vázquez, acompañada por el consejero de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Comunidad Autónoma, Ramón Fernández-Pacheco, ha presidido el acto de apertura de este espacio emblemático que refuerza el atractivo turístico y cultural de la capital almeriense. Esta intervención, financiada íntegramente por la Consejería de Cultura y Deporte, se integra en el ambicioso proceso de rehabilitación que el Gobierno andaluz está ejecutando en el entorno monumental, permitiendo que tanto los residentes como los visitantes puedan disfrutar de la grandeza arquitectónica de la muralla durante las horas nocturnas.
En el acto oficial también han estado presentes diversos representantes institucionales como la delegada del Gobierno andaluz en Almería, Aránzazu Martín, el secretario general para la Cultura, José Vélez, el delegado territorial de Cultura, Juan José Alonso, y la concejal de Obras Públicas y primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Almería, Sacramento Sánchez. La regidora almeriense ha calificado esta jornada como un paso histórico para la puesta en valor del patrimonio, subrayando que la nueva iluminación ornamental no solo embellece el monumento, sino que lo integra plenamente en el paisaje urbano de la ciudad bajo criterios de eficiencia energética y respeto absoluto al entorno original. María del Mar Vázquez ha expresado su agradecimiento al compromiso que el Estado español, a través de la administración autonómica, mantiene con el conjunto monumental de la Alcazaba, cuyas inversiones acumuladas superan ya los diez millones de euros en los últimos ejercicios.
Por su parte, el consejero Ramón Fernández-Pacheco ha incidido en que esta actuación permite que el espacio se disfrute con mayores garantías de conservación, incorporando tecnología pensada para cuidar la piedra y la estructura defensiva. El proyecto de iluminación, redactado por la empresa Diseño y Consultoría de Iluminación, ha contado con el preceptivo informe favorable de la Comisión de Patrimonio Histórico para asegurar que la intervención no alterara los valores del bien. Los trabajos técnicos han sido ejecutados por Instalaciones Eléctricas Segura e incluyen proyectores de superficie instalados en el suelo y protegidos mediante jaulas antivandálicas para evitar daños. En las torres de la cara norte se han empleado haces asimétricos con temperatura de color variable, mientras que en la cara sur se han combinado luminarias lineales en las pasarelas transitables con sistemas autónomos alimentados por placas solares en las zonas de difícil acceso, optimizando así el consumo energético.
La seguridad del conjunto ha sido una prioridad en esta intervención, por lo que cada proyector cuenta con un sistema de alarma independiente que se activa ante cualquier vibración sospechosa. Además, de forma paralela a las obras, se ha llevado a cabo un riguroso control arqueológico de todos los movimientos de tierra a cargo de la empresa Cortes Arqueología y Patrimonio, garantizando que no se produjera ninguna afección física o visual negativa sobre los restos históricos. Para reforzar la vigilancia frente a posibles actos vandálicos, la actuación ha incluido la ampliación del sistema de seguridad previo con la instalación de nuevas cámaras de videovigilancia y detectores de movimiento distribuidos por todo el cerro.
La inversión total destinada a esta fase específica asciende a casi 600.000 euros, desglosados en 368.594 euros para la restauración de la cara sur de la muralla y 320.704 euros para el despliegue del sistema lumínico. Si se analiza el esfuerzo inversor global desde el año 2022, la cifra alcanza los 1,7 millones de euros al sumar los 1.092.686 euros que ya se emplearon en la remodelación previa de la cara norte de las murallas y la zona de la Almudaina. Con la finalización de estos trabajos, Almería consolida la recuperación de uno de sus elementos identitarios más potentes, logrando una armonía entre la protección del patrimonio histórico y la modernización de las infraestructuras urbanas para el disfrute de la ciudadanía.