La digitalización avanza a paso firme, y uno de los ámbitos donde más se está dejando notar es en la gestión administrativa y fiscal de las empresas. Desde la entrada en vigor de la ley Crea y Crece, muchas pymes y autónomos han tenido que replantearse la manera en que emiten y registran sus facturas. Ya no se trata solo de modernizar procesos: hablamos de cumplir con una normativa que ha venido para quedarse.
En este nuevo escenario, herramientas como Cegid Verifactu están marcando la diferencia. Este sistema no solo permite adaptarse a los requisitos legales, sino que facilita la transición hacia una contabilidad más clara, estructurada y a prueba de errores.
Qué implica realmente la ley Crea y Crece
La normativa obliga a todas las empresas y trabajadores por cuenta propia a emitir facturas electrónicas cuando operan con otros profesionales. No es una recomendación ni una opción, sino un cambio estructural en la forma de trabajar. Su objetivo principal es mejorar el control fiscal, combatir la morosidad y aumentar la transparencia en las relaciones comerciales.
Además, la ley Crea y Crece para autónomos también establece medidas para facilitar la creación de nuevas empresas, reducir los trámites administrativos y fomentar un entorno más competitivo. La factura electrónica es solo una de las piezas de este nuevo modelo, pero una pieza clave.
Qué es Cegid Verifactu y por qué está ganando terreno
En la práctica, cumplir con esta normativa implica contar con una herramienta que garantice la trazabilidad y el envío automático de los registros de facturación a la Agencia Tributaria. Y aquí es donde entra en juego Cegid Verifactu, un sistema diseñado para cumplir con el reglamento técnico propuesto por Hacienda.
Con Cegid Verifactu, las empresas pueden automatizar la emisión de sus facturas, asegurarse de que cumplen con el formato exigido y generar un archivo seguro y verificable que queda registrado sin posibilidad de alteración. Además, su integración con el software contable simplifica los procesos y reduce el margen de error.
Beneficios más allá del cumplimiento legal
Aunque el objetivo inicial de la ley es reforzar el control tributario, la realidad es que esta transformación digital ofrece muchas ventajas adicionales:
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Transparencia total: todos los datos están disponibles, ordenados y verificados en tiempo real.
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Reducción de errores: se eliminan duplicidades, olvidos o descuidos al emitir o registrar facturas.
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Mejor control financiero: al contar con información actualizada, las decisiones económicas se toman sobre datos fiables.
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Ahorro de tiempo: menos tareas manuales, menos papeles, menos procesos redundantes.
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Menos morosidad: la trazabilidad de los pagos facilita el seguimiento de facturas pendientes.
Cómo afrontar la transición sin complicaciones
El cambio puede parecer complejo, especialmente para aquellas empresas que todavía trabajan con sistemas tradicionales. Pero con algunos pasos bien definidos, adaptarse a la facturación electrónica para empresas y autónomos es más sencillo de lo que parece:
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Elegir un software homologado y adaptado. Contar con soluciones como Cegid Verifactu garantiza que se cumplen todos los requisitos técnicos exigidos por Hacienda.
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Formar al equipo. Es importante que quienes trabajan con facturas (administración, contabilidad, ventas) entiendan cómo funciona el nuevo sistema y qué ventajas ofrece.
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Revisar los procesos internos. Aprovechar el cambio para optimizar flujos de trabajo, identificar tareas duplicadas o ineficientes y establecer nuevas rutinas más ágiles.
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Consultar con expertos si es necesario. Las asesorías fiscales y los proveedores de software ofrecen acompañamiento en esta transición, resolviendo dudas y ayudando en la implementación.
Una apuesta a largo plazo
La implantación de la factura electrónica obligatoria forma parte de una estrategia europea y nacional para reforzar la transparencia económica, reducir la evasión fiscal y fomentar un ecosistema empresarial más sólido. En este contexto, adoptar herramientas como Cegid Verifactu no es solo una medida de cumplimiento, sino una inversión en eficiencia y tranquilidad a largo plazo.
Lo que empezó como un requisito técnico se está convirtiendo en un punto de apoyo para transformar la manera en que las empresas gestionan sus relaciones comerciales, sus finanzas y su día a día.
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