La presunta trama de comisiones ilegales que involucra al exministro de Transportes, José Luis Ábalos; a su asesor de confianza, Koldo García; y al actual secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, tiene ramificaciones directas en obras estratégicas para Andalucía, entre ellas la conexión del AVE entre Murcia y Almería y el emblemático Puente del Centenario en Sevilla.
Un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que forma parte de la investigación judicial sobre esta red de supuestos sobornos a cambio de adjudicaciones públicas, recoge expresamente dos grandes proyectos pendientes de cobro, ambos ubicados en territorio andaluz. Se trata de infraestructuras claves que, además, acumulan importantes retrasos en su ejecución.
En el caso de Almería, el informe menciona con detalle una de las adjudicaciones más relevantes del corredor mediterráneo de alta velocidad. En concreto, se refiere al contrato para la ejecución de la plataforma del tramo Pulpí–Vera, que conecta con Murcia y cuya licitación fue adjudicada por ADIF AV bajo el expediente 3.18/20830.0165, con un presupuesto de 121,2 millones de euros. Esta obra fue asignada a la constructora ACCIONA, y en las conversaciones interceptadas, los implicados vinculan directamente 550.000 euros en comisiones a dos adjudicaciones de esta empresa en territorio murciano, incluida la mencionada conexión con Almería.
El proyecto Pulpí–Vera es uno de los tramos clave para la integración de Almería en la red nacional de alta velocidad. Su importancia estratégica y el elevado coste de su ejecución lo han convertido en una de las piezas más jugosas dentro del entramado investigado por la Guardia Civil. El retraso que acumula la obra ha sido motivo de quejas reiteradas por parte de administraciones locales y sectores empresariales, que ahora ven con inquietud cómo su paralización podría estar vinculada a supuestas prácticas corruptas.
Otro de los grandes proyectos señalados en el informe de la UCO es la construcción de los nuevos tirantes del Puente del Centenario de Sevilla, situado en la autovía SE-30. Esta obra también habría generado, según los investigadores, beneficios económicos para los investigados. En varias conversaciones intervenidas, la infraestructura aparece citada con los nombres de "Sevilla", “Centenario” o simplemente “el puente”.
El informe añade además que las presiones y el “ruido” generado por esta presunta red de comisiones no se limitaron a una sola región. Uno de los extractos revela cómo Santos Cerdán se mostraba preocupado por las informaciones que llegaban desde diversos puntos del país, entre ellos Andalucía, además de Aragón y Euskadi. En una conversación, Cerdán llega a interpelar a Koldo García sobre su patrimonio y si había recibido dinero de algún empresario, aparentemente en respuesta a las presiones recibidas desde estas comunidades.
El escándalo, que ya ha sacudido la escena política nacional, amenaza con enturbiar aún más la percepción ciudadana sobre el avance de infraestructuras críticas como el AVE a Almería, una obra históricamente reivindicada que ahora, además de sufrir retrasos crónicos, queda bajo la sombra de la corrupción.
Desde el ámbito político y social almeriense se espera una respuesta clara del Gobierno y del Ministerio de Transportes que despeje cualquier duda sobre la limpieza de los procesos de adjudicación, especialmente en proyectos tan sensibles para la vertebración del sureste peninsular.
La investigación sigue abierta. Mientras tanto, Almería vuelve a ocupar titulares, no por la llegada del tren, sino por las sospechas de que algunos de sus tramos más caros pudieron haber servido de moneda de cambio en una trama de mordidas políticas.
Agenda
Si (
No(
