La Junta, esa máquina de fabricar problemas

Si algo caracteriza a los 102 municipios de la provincia de Almería no es tanto el empuje de sus gentes, el cariño por su tierra y sus ganas de hacer crecer a sus pueblos, sino el factor limitante que supone la permanente labor de obstrucción de la Junta de Andalucía. Los almerienses tenemos, en cada uno de nuestros pueblos, el obstáculo permanente de una Junta de Andalucía que todo lo invade y todo lo fiscaliza. Con criterio recaudador en todos los municipios y con criterio político, además, en los ayuntamientos donde no gobierna el PSOE. Cualquiera que me esté leyendo en uno de los muchos pueblos del interior o la costa de Almería sabe perfectamente lo que estoy diciendo. Y es que lo cierto es que los ayuntamientos han tenido y tienen en la Junta de Andalucía no una administración cercana y sensible a los problemas reales de las familias y las empresas, sino una máquina de generar problemas a las familias y a las empresas. Trámites, requisitos, burocracias interminables… todo vale a la hora de que la Junta de Andalucía demuestre a las claras que es ella la que manda y que nada de lo que se haga o emprenda en el pueblo podrá llevarse a cabo sin su autorización. A la hora de prohibir y regular, la Junta de Andalucía ha dado unas muestras de rapidez y agilidad que luego no son las mismas cuando de lo que se trata es de ayudar a los ayuntamientos. Para cobrar sí; para pagar, ya no tanto. Desde la Junta de Andalucía no se ha dado respuesta a las situaciones de los consistorios andaluces ni a la petición de auxilio financiero que ha habido por parte de éstos. Y no sólo eso. Todos ustedes conocen, tanto en Almería capital como en todos los pueblos de la provincia, casos y proyectos concretos que resultarían muy beneficiosos para la provincia de Almería y que la Junta de Andalucía tiene olvidados o, lo que es peor, bloqueados por motivos políticos. Por eso resulta irritante escuchar a los socialistas hablar una y otra vez de las personas, de gestiones cercanas o actuaciones en las que su centro de actuación son los ciudadanos. Por eso, desde el Partido Popular exigimos una vez más a la Junta de Andalucía y al PSOE que se dejen de frases hechas, de lemas de campaña y de titulares de prensa, y que trabajen y que dejen trabajar a los demás. Eso es lo que hacemos, por ejemplo, desde la Diputación Provincial de Almería, en donde el PP ha desterrado el sistema clientelar de venir con el carnet de partido por delante. Aquí se atiende a todo el mundo por igual, como bien dice nuestro presidente Gabriel Amat, y los propios alcaldes de otros partidos pueden acreditar esto que digo. Los problemas de los almerienses se solucionan con gestión, con trabajo y altura de miras y no con sectarismo, obstruccionismo y política de partido. Ese no es el futuro que queremos para Almería.