La llegada del tren de alta velocidad a la provincia de Almería es una de esas obras que parece que no se acabará nunca. Y es que, si Zamora no se ganó en una hora y la Alhambra le costó a nuestros antepasados algo más de un fin de semana su construcción, las obras del AVE no son para menos y ya han superado en duración a las del Escorial. La idea del proyecto era conectar Almería con Europa y España por una vía rápida, moderna y eficiente, pero lo que hemos visto hasta ahora ha sido todo lo contrario: retrasos, paralizaciones, desvíos... construcción de vías que no llevaban a ningún lugar y túneles que se tapaban.
Las obras del AVE han durado tanto que les han pillado varios cambios de gobierno de un color a otro, la crisis financiera, la del COVID y ahora la de la guerra de Rusia contra Ucrania. Hemos visto cómo se anunciaban plazos que luego no se cumplían, cómo se modificaban los trazados y los presupuestos, cómo se desaprovechaban los fondos europeos y cómo se dejaban abandonados los trabajos iniciados. Igual que antes nos dijeron que en 2023 llegaría el AVE a Almería, ahora nos dicen que será en 2026. Tal como ya hemos publicado en Noticias de Almería, no será en 2026, sino a lo largo de 2026, ya que hay obras previstas hasta mitad de ese año, y previsión de gasto en los Presupuestos Generales del Estado por lo menos hasta 2027 incluido.
Y ahora lo que nos pilla es que Pedro Sánchez, tras el resultado electoral del 23J, necesita a nacionalistas vascos y catalanes para su investidura, y los necesita a todos, y ya se habla de condonar la deuda de esas comunidades autónomas, o cuando menos, aumentarles la financiación, o la suficiencia financiera, o darles más inversiones. Y la pregunta desde Almería es si volveremos a ser nosotros los que lo paguemos porque no haya entonces dinero para nuestro AVE.
Además, en enero la Unión Europea revisará cómo y de qué manera se gasta el Estado español los fondos que le ha entregado, y esa será otra ocasión en la que veremos si está en riesgo la continuidad de estas obras eternas.
¿Nos costará el AVE? Sí, nos costará mucho más de lo que debería. Nos costará en tiempo, en dinero y en oportunidades perdidas. Nos costará en desarrollo, en competitividad y en cohesión territorial. Nos costará en confianza, en credibilidad y en ilusión.